Por: Redacción Presencia
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TRUJILLO ALTO- Entre cuentos y anécdotas, el pasado jueves, 5 de febrero, su pueblo trujillano, familiares y amigos le dieron el último adiós a Emilio Díaz Valcárcel, quien fuera uno de los escritores más importantes en la literatura puertorriqueña.
La emotiva actividad se llevó a cabo en la Biblioteca Municipal de dicho pueblo, la cual está designada con su nombre.
En los actos estuvieron presentes su esposa, hijos, nietos y demás familiares, además se dieron cita diversas personas de la rama gubernamental y amigos, que a su vez, narraron a los presentes historias de la vida de “Millito”, como le llamaban quienes le conocían.
Luego, le fueron dedicadas unas décimas, siendo una de ellas elaborada por la talentosa profesora Lenny Jeannette Adorno de la Escuela de las Artes Municipal, lo que dio paso a una conmovedora grabación con la voz de dicho trujillano, mostrando su estimación por su pueblo el día que fue presentado el himno de Trujillo Alto.
Valorando el afecto por su ciudad natal, el féretro fue transportado a través de su amada “Península de las Ocho Calles” al son del himno trujillano hasta llegar a la Parroquia Santa Cruz para una misa de cuerpo presente oficiada por el arzobispo de San Juan, monseñor Roberto González Nieves.
“Hoy nos despedimos del prominente escritor y humilde ser humano quien en vida fue don Emilio y enaltecemos su esencia por su gran trayectoria literaria y por sus grandes obras. Su partida nos ha dejado con un gran legado que sin duda alguna atesoraremos para que siga viviendo por muchas generaciones y honraremos su memoria en nuestro pueblo por ser él, un verdadero hermano y orgullo trujillano”, expresó el alcalde de Trujillo Alto, José Luis Cruz.