SAN JUAN – El juez senior del Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Puerto Rico, Daniel Domínguez sentenció a una mujer a 15 meses de prisión y un año de libertad supervisada por inyectar a una mujer con silicona líquida, un dispositivo adulterado y mal etiquetado usado para moldear el cuerpo.
La fiscal federal, Rosa Emilia Rodríguez Vélez anunció en declaraciones escritas que la convicta fue identificada como Rosa Betancourt Farfán, quien fue arrestada y acusada en diciembre de 2016 y que se declaró culpable el 12 de mayo del pasado año.
La fiscal federal precisó que aproximadamente el 23 de mayo de 2016, personal de la División Legal de la Junta de Salud de Puerto Rico se comunicó con la Oficina de Investigaciones Criminales (OCI por sus siglas en inglés) de la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) para notificar el caso de una querellante que recibió procedimientos médicos de una mujer que afirmaba ser enfermera y quien se identificó como “Rosa de Venezuela”. La querellante recibió tratamiento para agrandar sus nalgas. La supuesta enfermera posteriormente fue identificada como Rosa Betancourt Farfán.
Entretanto, las autoridades federales detallaron que la denunciante fue entrevistada por agentes de la OCI de la FDA e indicó que había sido inyectada en ambos glúteos con un vial por Betancourt Farfán, por lo que pagó 1,200 dólares en efectivo, pero estaba teniendo problemas de salud durante el verano de 2013. Estos problemas consistieron primero en problemas para respirar y dolor de espalda. Su estado de salud empeoró en o alrededor de 2015, cuando fue hospitalizada con tendinitis y espasmos en la espalda.
Rodríguez Vélez relató que de acuerdo con la información recopilada durante la investigación, a veces se inyecta silicona líquida en el cuerpo para “aumentar” los tejidos, como las nalgas o los senos. Cuando se destina al aumento de tejido, la silicona líquida es un “dispositivo”, según la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos y está sujeta a la aprobación de la FDA antes de que pueda distribuirse y usarse legalmente para dicho uso en los Estados Unidos.
“La FDA no ha aprobado ningún producto líquido de silicona para inyección para aumentar los tejidos en cualquier parte del cuerpo. Además, la inyección de silicona líquida en el cuerpo para el aumento de tejido puede tener consecuencias graves adversas para la salud, incluido el endurecimiento del tejido en el lugar de la inyección, la embolización e incluso la muerte”, explicó la fiscal federal.
“Su vida corre peligro si ha recibido alguno de estos tratamientos adulterados. Instamos a las personas a que no confíen en los que dicen ser profesionales médicos y ofrecen tratamientos fuera de los consultorios médicos certificados que victimizan a los pacientes. La Oficina del Fiscal de los Estados Unidos se compromete a proteger a los pacientes de fraudes médicos”, advirtió.
Por su parte, Justin D. Green, agente especial a cargo de la Oficina de Miami de la OCI de la FDA, dijo que la silicona líquida inyectada en los cuerpos de los individuos puede causar daños graves e incluso la muerte, y la FDA no ha aprobado ningún producto para el contorno corporal.
“Continuaremos buscando agresivamente y llevando ante la justicia a aquellos que ponen en peligro a los consumidores estadounidenses al ofrecer estos procedimientos peligrosos”, señaló.
La fiscal federal Auxiliar Myriam Fernández procesó el caso. El caso fue investigado por la FDA, con la asistencia de Investigaciones de Seguridad Nacional.