La enfermedad de Parkinson (PD) es una condición neuro degenerativa – una enfermedad que afecta a las células nerviosas en el cerebro que controlan el movimiento. La Enfermedad de Parkinson es progresiva, lo que significa que los síntomas aparecen gradualmente y empeoran lentamente. Lleva el nombre de James Parkinson, el médico londinense que reportó por primera vez los síntomas en 1817. La Enfermedad de Parkinson afecta a personas de todas las razas y culturas. Alrededor de 6.3 millones de personas presentan la condición a nivel mundial – esto es menos del 1 % de la población total. La mayoría de las personas que sufren la enfermedad de Parkinson son mayores de 60 años, pero 1 de cada 10 es menor de 50 años. Ligeramente más hombres que mujeres se ven afectados.
Todas las personas con Enfermedad de Parkinson presentan diferentes síntomas, pero los síntomas más comunes son temblor, rigidez muscular y lentitud del movimiento. Todos éstos se relacionan con el movimiento y se llaman síntomas motores. Muchas personas con Enfermedad de Parkinson también experimentan otros problemas no relacionados con el movimiento, tales como dolor, ansiedad y depresión. Éstos son llamados síntomas no motores.
Nuestros movimientos son controlados por células nerviosas (neuronas) en el cerebro las cuales pasan mensajes de una a otra, y al resto del cuerpo, utilizando sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Un área del cerebro llamada sustancia negra produce uno de los neurotransmisores que controlan el movimiento: dopamina. En las personas con Enfermedad de Parkinson, 70 – 80 % de las células productoras de dopamina se deterioran gradualmente y se pierden – esto se llama neuro degeneración.
La pérdida de neuronas que producen dopamina resulta en bajos niveles de dopamina en la parte del cerebro que controla el movimiento y el equilibrio. Cuando las células nerviosas no pasan los mensajes cerebrales de manera apropiada, el movimiento ya no se controla de manera suave y aparecen los síntomas de la Enfermedad de Parkinson.
Aunque la dopamina es el principal neurotransmisor involucrado, otros se ven también afectados. Esto puede explicar por qué simplemente remplazar la dopamina no necesariamente causa una mejora. Puede ayudar también a explicar por qué tantas personas con Enfermedad de Parkinson experimentan también síntomas no motores.
Hasta ahora no existe una cura para la Enfermedad de Parkinson, pero existen muchas cosas que usted puede hacer para influir de manera positiva en el curso de la enfermedad y mejorar su calidad de vida. Mantener un abordaje positivo parece disminuir el progreso de los síntomas y le ayuda a mantenerse en control.
La Enfermedad de Parkinson altera la vida, pero no amenaza la vida. Algunos de los síntomas más avanzados pueden hacerle más vulnerable a las infecciones, pero para la mayoría de las personas, la Enfermedad de Parkinson no reducirá significativamente la expectativa de vida.
Fuente: EPDA