Pastor Abner Hurtado
Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Nuestra vida constantemente debe ser presentada en sacrificio vivo.
• En sacrificio vivo; me presento orando, cantando, alabando y desarrollando mi fe en Cristo en su Palabra.
• A diario debemos transformar nuestro entendimiento.
• El sacrificio vivo me aparta para el Ministerio (para el llamado)
• El sacrificio vivo me aparta de mí mismo (de mis deseos, de mi tiempo)
• El sacrificio vivo me aparta de la gente.
• El sacrificio muerto es la duda y me separa de Dios.
• El sacrificio muerto son los caprichos y me separan de Dios.
• El sacrificio muerto son las quejas y me separan de Dios.
Renovar los pensamientos, según la Palabra de Dios, significa cambiar nuestra forma de pensar y de ver las cosas de acuerdo con lo que la Biblia enseña. Implica abandonar nuestros propios pensamientos y opiniones y adoptar los pensamientos y enseñanzas de Dios como nuestra guía principal, eso es un sacrificio vivo.
Renovar nuestros pensamientos implica dejar de lado el pensamiento mundano y pecaminoso y en su lugar llenar nuestra mente con las verdades y principios bíblicos. Significa poner en práctica la Palabra de Dios en nuestra vida diaria y permitir que su verdad transforme nuestro pensamiento y nuestro comportamiento.
Este proceso de renovación de la mente es vital para los cristianos, ya que nuestra mente es la puerta de entrada a nuestras emociones y acciones. Al renovar nuestros pensamientos según la Palabra de Dios, nos acercamos más a su voluntad y propósito para nuestras vidas y nos alejamos de las influencias negativas del mundo.
La renovación de los pensamientos es un proceso continuo y constante, que requiere disciplina y compromiso. Implica estudiar la Palabra de Dios, meditar en ella, orar y buscar la dirección del Espíritu Santo para que nos guíe en nuestros pensamientos y decisiones.
En resumen, renovar los pensamientos según la Palabra de Dios implica cambiar nuestra forma de pensar para alinearnos con los principios y enseñanzas de Dios, y permitir que su verdad transforme nuestra mente y nuestro comportamiento.
Filipenses 4:8 En esto pensad. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.