Por Mark Nieves de PR Gamer (pr-gamer.com)
Capcom ha traído de vuelta Onimusha 2: Samurai’s Destiny como parte de su estrategia de remasterizaciones, y el resultado es una experiencia que envejece con dignidad. Aunque no es tan popular como Resident Evil o Devil May Cry, esta entrega ofrece una sólida mezcla de acción, puzzles y ambientación feudal japonesa que sigue siendo adictiva.
Un viaje de venganza y fantasía
La historia sigue a Jubei Yagyu, único sobreviviente de su clan tras ser arrasado por los demonios Genma, liderados por Nobunaga Oda. Para detener el avance de las fuerzas oscuras, Jubei debe reunir cinco orbes mágicos y vengar a los suyos.
Aunque la narrativa tiene ambiciones más grandes que la del primer juego, los personajes secundarios —como Oyu y Kotaro— carecen de desarrollo suficiente. El sistema de afinidad, basado en regalar objetos, aporta mejoras jugables, pero no logra crear lazos emocionales significativos.
Jugabilidad pulida y variada
Donde realmente brilla Onimusha 2 es en su sistema de combate. Jubei puede usar una variedad de armas (katana, lanza, martillo, arco), cada una con sus propios combos y ataques elementales. Además, puede transformarse en un oni, aumentando temporalmente su poder.
El juego introduce el “Issen”, un golpe mortal que se ejecuta si atacas justo antes del golpe enemigo. Esta mecánica eleva la intensidad de los combates y premia el buen timing. Los aliados también tienen estilos de combate distintos, como Kotaro con sus kunais y Oyu con espada y escudo.
Puzzles accesibles y escenarios bien diseñados
Los rompecabezas, aunque simples, están bien integrados. Gracias a las cámaras fijas y los mapas claros, es fácil avanzar sin perderse. El diseño compacto de los niveles mantiene el ritmo del juego y reduce la frustración.
Contenido adicional que expande la experiencia
Esta versión remasterizada incluye varios extras que agregan valor: una galería con más de 100 ilustraciones, la banda sonora digital y el desafiante Hell Mode, donde un solo golpe puede acabar con tu personaje. También hay minijuegos como The Man in Black y Puzzle Phantom Realm, que ofrecen actividades opcionales sin romper la coherencia del título.
Gráficos y sonido con encanto retro
Visualmente, el juego se mantiene bien. Los modelos de personajes y las animaciones faciales son decentes, aunque en ocasiones contrastan con los fondos estáticos. El doblaje en inglés es flojo, pero tiene ese carisma nostálgico de los juegos de los 2000.
Conclusión
Onimusha 2: Samurai’s Destiny es una remasterización que respeta su legado. Ofrece combate entretenido, buena variedad de armas y contenido extra que alarga su vida útil. Si bien la historia y los personajes no logran destacar del todo, su jugabilidad lo convierte en una opción recomendada para los fans del hack-and-slash clásico.