Nedda S. Perales Martín
GUAYNABO – La Calvary Chapel of Puerto Rico en Guaynabo fue el lugar escogido para celebrar el National Prayer Breakfast, un encuentro apolítico, sin denominación, representado por personas de todas las estratas sociales que están unidas por un mismo fin: la oración.
Durante la actividad, se elevó una plegaria por las naciones del mundo como Asia, África, Corea del Norte y del Sur, Oriente Medio, Australia, América Central y del Sur. También se hicieron peticiones por la sanidad y la paz, se elevó una oración por Puerto Rico y se hizo un llamado a la dirección del pueblo, el consuelo, la restauración, la misericordia, el amor y la reconciliación, afirmando que “Puerto Rico le pertenece a Cristo”.
Además, se habló de cuán importante es tener un corazón agradecido y manifestar un avivamiento espiritual para que las promesas de la Palabra se hagan realidad. Asimismo, se destacó la esperanza y cómo esta debe manifestarse en obras de servicio, solidaridad y acompañamiento.
Como parte del encuentro, el segundo que hacen en la isla, participó un grupo de líderes espirituales, un representante de la Oficina de Base de Fe de La Fortaleza e invitados especiales como la doctora Betty Uribe, miembro del National Prayer Breakfast de los Estados Unidos; el presidente de la entidad, Van Vuong; y la presidenta de la American Bible Society, Jennifer Holloran.
Fundada en 1953, cuando el presidente Dwight Eisenhower aceptó la invitación para unirse a miembros del Congreso a compartir una cena, esta reunión anual es una oportunidad para que miembros del Congreso recen colectivamente por las naciones, el presidente de los Estados Unidos y otros líderes nacionales e internacionales en el espíritu del amor y la reconciliación. Cada presidente, sin importar su religión, se ha unido desde entonces. El año pasado, 2,500 personas, representando a 200 países, estuvieron presentes en Washington DC.
Según se informó, esta oportunidad ha servido para que presidentes de Estados Unidos se expresen en temas como el poder del perdón, la reconciliación en los escándalos políticos, la fe luego del 911, la unión de país y cómo se puede vivir una vida en fe por medio del servicio al prójimo. Porque, “cuando el pueblo de Dios ora, las naciones se transforman”.