Jaime Torres Torres
Especial para Presencia
Para numerosas familias los huevos son un producto de primera necesidad.
La ganga de la docena americana, a sólo .47 y .46 centavos, fue celebrada por la clientela de dos conocidas cadenas puertorriqueñas de supermercados que aprovecharon para echar manos a tres, cuatro y hasta cinco paquetes por compra.
Mientras el bolsillo del consumidor promedio respiraba un poco, los contados avicultores locales decomisaron y desecharon miles de docenas que no pudieron vender por la fecha de caducidad provocada por la pobre demanda, amén de una competencia que consideran desleal e injusta.
El presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, agrónomo Héctor Cordero dijo que los avicultores han recibido un “golpe mortal” que podría incidir en la desaparición de la maltrecha industria.
“Están literalmente regalando los huevos por la sobreproducción en Estados Unidos, donde esa misma docena allá cuesta alrededor de $1.50. Aquí lo que ha sucedido es que se la ha ido la mano a individuos oportunistas que tienen licencia para importar”, señaló Cordero.
La docena del huevo importado a .47 ó .46 centavos “es un precio de quemarropa de 60 años atrás que ha desestabilizado la industria local”.
Advirtió que la oferta, que esta semana una cadena local promueve a siete docenas por $5, podría representar un riesgo para la salud de los consumidores porque se acomodan en estibas en los pasillos del departamento de lácteos sin la temperatura recomendada para garantizar la calidad del producto.
A preguntas de si se han querellado al Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Cordero señaló que la referida agencia “es un muñequito del Gobierno y quien debe responder es el Departamento de Agricultura por las 30 licencias que ha otorgado para la importación de huevos”, sostuvo al revelar que en varias ocasiones se han reunido con ejecutivos de Econo y Selectos para buscar una solución que salve la industria avícola.
Literalmente, el precio del huevo importado oscila entre .3 y .4 centavos. “No podemos competir porque, por volumen, una granja promedio en Puerto Rico tiene 50 mil gallinas cuando en Estados Unidos tiene un millón”.
Añadió que hay varios factores que encarecen el producto local, como los costos del alimento de las gallinas. “En Estados Unidos se produce el alimento, aquí no se puede. El quintal de alimento allá vale $5 y aquí $20. Aparte, de los costos de transportación por la marina mercante”.
La semana pasada la secretaria de Agricultura, Myrna Comas Pagán evaluó si, además del Programa de Comedores Escolares del Departamento de Educación, los huevos se podrían vender al Departamento de Corrección o considerar su exportación.
Al cierre de esta edición, el presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes, César Hernández coordinó una reunión con los avicultores locales y el Grupo Empresarios por Puerto Rico para llegar a un consenso.
En comparación con la década del 70, en que en Puerto Rico hubo 131 granjas, en 2016 apenas operan alrededor de nueve, que suplen escasamente el 12% del consumo local.
La Asociación de Agricultores no descarta presentar sus reclamos a la Junta Federal de Control Fiscal.
“El huevo americano que venden es un producto de tercera, es pequeño y en Estados Unidos se usa en restaurantes y en el negocio de la repostería. Pienso que se pone en peligro la salud del pueblo porque debe estar refrigerado. Cuando surgió el problema de la fiebre aviar en Estados Unidos ese huevo subió a $3 y $4 la docena, resultando más caro que el del país. Ahora se compra la docena a .48 centavos, pero ese precio no va a durar toda la vida. Mientras, se destruye al agricultor local, ocurriendo lo mismo con la leche”, concluyó Cordero.