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La salud mental de las personas de la tercera edad es un aspecto crucial de su bienestar general. A medida que las personas envejecen, pueden enfrentar una serie de desafíos emocionales y psicológicos.
A continuación, compartiremos algunas consideraciones importantes sobre la salud mental en personas mayores:
Soledad y aislamiento social: La soledad y el aislamiento social pueden tener un impacto significativo en la salud mental de las personas mayores. La pérdida de amigos y seres queridos, así como la falta de participación en actividades sociales, pueden aumentar el riesgo de depresión y ansiedad. Mantener conexiones sociales, participar en actividades comunitarias y mantener relaciones significativas son estrategias importantes para prevenir el aislamiento social.
Ansiedad: La ansiedad también puede ser un problema en las personas mayores, y puede manifestarse como preocupación excesiva, miedo, nerviosismo o síntomas físicos como palpitaciones o sudoración. El estrés relacionado con problemas de salud o preocupaciones financieras puede contribuir a la ansiedad en esta población.
Depresión: Es importante reconocer los signos de depresión, como la tristeza persistente, la pérdida de interés en actividades, cambios en el apetito y el sueño, y buscar ayuda profesional si es necesario.
Enfermedades cognitivas: Las enfermedades como el Alzheimer y otras formas de demencia pueden afectar la salud mental en la tercera edad. Estas condiciones pueden causar confusión, pérdida de memoria y cambios en la personalidad, lo que puede ser desafiante tanto para la persona afectada como para sus cuidadores.
Apoyo profesional: Los profesionales de la salud mental, como psicólogos y psiquiatras, pueden desempeñar un papel crucial en el diagnóstico y tratamiento de problemas de salud mental en personas mayores. La terapia cognitivo-conductual y otras modalidades de tratamiento pueden ser efectivas para abordar problemas como la depresión y la ansiedad.
Red de apoyo: Las redes de apoyo son importantes para toda la población, peor hablando de las personas mayores es imperativo que tengan una red de apoyo sólida, que puede incluir familiares, amigos y cuidadores, ya que estos individuos pueden brindar compañía, apoyo emocional y ayudar en la búsqueda de atención médica si es necesario.
Algunas de las señales de advertencia de trastornos mentales en adultos mayores incluyen:
- Cambios en el estado de ánimo o el nivel de energía
- Cambio en sus hábitos alimenticios o de sueño
- Aislarse de las personas y actividades que disfruta
- Sentirse inusualmente confundido, olvidadizo, enojado, molesto, preocupado o asustado
- Sentirse sin interés o como si nada importara
- Tener dolores y molestias inexplicables
- Sentir tristeza o desesperanza
- Fumar, beber o usar drogas más de lo habitual
- Ira, irritabilidad o agresividad
- Tener pensamientos y recuerdos que no puede sacar de su cabeza
- Escuchar voces o creer cosas que no son ciertas
- Pensar en lastimarse a sí mismo o a otros
La salud mental en la tercera edad es un aspecto vital del bienestar general de las personas mayores. Por eso es sumamente importante reconocer los desafíos que enfrentan, brindar apoyo emocional y buscar ayuda profesional cuando sea necesario son pasos esenciales para mantener una buena salud mental en esta etapa de la vida.
Según una publicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la proporción de personas mayores está aumentando rápidamente en todo el mundo. El aumento previsto es de 900 millones a 2,000 millones de personas mayores de 60 años. Los adultos mayores pueden sufrir problemas físicos y mentales que es preciso reconocer.
Más de un 20% de las personas que pasan de los 60 años sufren algún trastorno mental o neural (sin contar los que se manifiestan por cefalea) y el 6.6% de la discapacidad en ese grupo etario se atribuye a trastornos mentales y del sistema nervioso. Estos trastornos representan en la población anciana un 17.4% de los años vividos con discapacidad. La demencia y la depresión son los trastornos neuropsiquiátricos más comunes en ese grupo de edad.
Los trastornos de ansiedad afectan al 3,8% de la población de edad mayor y los problemas por abuso de sustancias psicotrópicas, casi al 1%; asimismo, aproximadamente una cuarta parte de las muertes por daños autoinfligidos corresponden a personas de 60 años o mayores. Es frecuente que los problemas por abuso de sustancias psicotrópicas en los ancianos se pasen por alto o se diagnostiquen erróneamente.
El personal sanitario y los propios ancianos no reconocen los problemas de salud mental en su verdadera dimensión, y el estigma de las enfermedades mentales propicia que las personas sean aún más reacias a buscar ayuda.
Fuente: medlineplus.gov y Organización Mundial de la Salud