Pastora Linette Rivera
Sé que muchos hemos experimentado esa incomodidad que produce el tratar de caminar con una “piedrita” en el zapato. Molesta, al extremo, que tienes que decidir, con prontitud, el detenerte hasta eliminarla de tu vida. La piedrita en el zapato pueden ser personas que no comprenden tus sueños. Esos que te hacen aterrizar la fe en la tierra del no se puede. Piedrita es aquello que lastima, una y otra vez, sin dar tiempo para sanar. ¡Cuántas cosas se pueden acumular y hacer que nuestras pisadas sean cada vez más inestables! Escenarios de dolor, frustración y ansiedad que vuelven sin avisar, la visita de un diagnóstico que no quieres que entre, rupturas irreparables que pasan factura de lo que hicieron por ti y te acusan de ingrato.
En la Biblia (Génesis 13:7-9) habla la historia de un Abraham que cargó con su sobrino Lot, y este se volvió la piedrita en el zapato, y no podían morar en un mismo lugar. Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abraham y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra. Entonces Abraham dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.
Preciso que el nombre de Lot significa en hebreo Goral “Piedra”. Hay relaciones y amistades que no serán parte de tu nueva temporada. Valora tus huellas tanto, que no permitas que terceros estropeen, con piedritas de cuestionamientos y dudas, hacia dónde irás lo que resta de este año. Ya han pasado cinco meses y aún tienes la gran oportunidad de vaciar, sacudir y remover las piedrecitas que sabes, son distracciones. He viajado a muchos lugares, pero en este tiempo caminé por terrenos toscos y muy desafiantes. Fui con el zapato inapropiado a recorrer calles hostiles y salí lastimada. Me percaté de que si no cubro apropiadamente mis pies, me llevarán, pero llegaré muy desgastada. Dios tiene planes buenos para nosotros.
Dice en Jeremías 29:11 “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza”.
Haz una lista muy exhaustiva e identifica cuáles son las piedritas en el zapato que puedes decidir hoy quitarlas. No siempre será fácil. Tienes que armarte de valor porque quizás llevas mucho tiempo dándole paso para estar ahí.
Perdona y perdónate para avanzar. Ponte los zapatos de la fe y corre porque la meta hermosa de amor propio te espera en cada camino.