“Ese complejo representa un peligro para la comunidad, porque está obsoleto” – William Rodríguez, subadministrador de Vivienda Pública.
Vicente Toledo Rohena
redaccion@box2170.temp.domains
CAROLINA – Está en pie y en agenda demoler los proyectos de vivienda Torres de Sabana en Carolina. PRESENCIA, en ediciones pasadas, había informado que en febrero de 2019 era la fecha (para demoler el residencial público), pero, por varias razones, quizás se tome un poco más de tiempo.
“Está en pie demoler Torres de Sabana. Ahora mismo estamos en lo que es el desalojo de los residentes.
Tan pronto culminemos con el proceso de realojo y la aprobación de los permisos de demolición procederemos con la coordinación de demolición en su totalidad”, expresó William Rodríguez, subadministrador de Vivienda Pública.
Nota Relacionada:
Actualmente, unas 92 familias todavía viven en el complejo, que originalmente eran 452 familias.
Rodríguez explicó que los planes eran demoler en febrero, pero eso fue un estimado inicial. También, comentó sobre el desalojo y movilización de los residentes donde siempre existen casos que hay que atender individualmente para poderlos reorganizar y buscarle un nuevo techo. Afirmó que en el mes de agosto tuvieron una asamblea con la comunidad y se le explicó el proceso de desalojo y lo que iba a estar pasando.
En estos momentos el Departamento de la Vivienda no tiene claro un plan de lo que harán en el lugar.
“No tenemos un plan concreto… el costo de rehacer este proyecto es de aproximadamente $80 millones; Vivienda Pública no cuenta con ese dinero. No descartamos que pudiéramos hacer un proyecto de vivienda mixta, como hicimos en Hato Rey y Puerta de Tierra, pero todo eso depende de que haya desarrolladores interesados y que se pueda dar el proyecto. Pero, en este momento, lo que trabajamos es en reubicarlos en una vivienda digna y entonces dejar ese solar vacante. Ese complejo representa un peligro para la comunidad, porque está obsoleto”, comentó.
Como parte de las evaluaciones que hacen de los proyectos, descubrieron que ya estaba en un estado crítico. No solo está obsoleto, sino que representaba una amenaza estructural lo que llevó al Departamento de Vivienda aprobar la demolición del proyecto.
En cuanto al pensar y actitud de los residentes mencionó: “Hay un poco de todo… la mayoría lo esperaban, porque esto no es noticia nueva. Durante años se venía hablando sobre la posibilidad de la demolición, que se pudiesen ubicar dentro el programa de Sección 8; y cuando nos sentamos que teníamos todas las herramientas para las nuevas alternativas para los residentes, volvimos a sentarnos y le explicamos. La mayoría estaban satisfechos con la idea. Se les ha dado la alternativa de que escojan en algún lugar de vivienda pública en todo Puerto Rico o un voucher de Sección 8 que pueden escoger una residencia en cualquier lugar de Puerto Rico o cualquier jurisdicción de Estados Unidos”, terminó diciendo.