Por: Verónica Cruz-Pillich
CAROLINA- Sus miradas se entrecruzan, y como dos cómplices se sonríen y toman sus manos en señal del amor que se juraron hace 70 años. Amenamente, conversan sobre cómo iniciaron su relación y como si el tiempo no hubiera pasado, recuerdan la promesa que le dio forma a su historia de amor.
Se trata de Margarita Ruiz Aponte, de 89 años, y Leonardo Correa Rodríguez, de 95 años, quienes celebraron recientemente su aniversario de platino. Este matrimonio echó raíces en Carolina desde principios de la década de 1970 y, aquí formaron una sólida familia de cinco hijos, específicamente en el barrio Villas de San Antón.
“Yo le dije que se casara conmigo, que la iba a cuidar siempre”, rememoró Don Leonardo con brillo en sus ojos. Y esa, precisamente, fue la promesa que inició una historia. Sin duda, persistió en el compromiso empeñado y aún permanecen juntos ofreciendo su mejor ejemplo al mundo de que el amor verdadero trasciende límites.
Don Leonardo, el patriarca de la familia, laboró en la caña de azúcar y en la agricultura, mientras Doña Margarita se dedicó a levantar a sus hijos y cuidar del hogar. Juntos procrearon a Wilfredo, Antonio, Carmelo, Juan e Hilda, todos mujeres y hombres profesionales dedicados al servicio en la Tierra de Gigantes.
Precisamente, con la candidez que los caracteriza, reconocieron que aún añoran el terruño al que se dedicaron en décadas anteriores, pero aceptaron también que la evolución de Carolina les permitió un mayor desarrollo en todos los sentidos.
“Ahora, tenemos cerca hospitales, farmacias, supermercados. Antes era todo caminos, y teníamos que ir lejos para recibir asistencia. Todo ha mejorado para bien”, afirmó Doña Margarita.