VEGA ALTA – El alcalde de Vega Alta Oscar “Can” Santiago inauguró el pasado sábado el “Nacimiento Viviente” en la Calle Luis Muñoz Rivera a la entrada del centro urbano vegalteño, contiguo a la Iglesia Presbiteriana y que se repetirá los próximos dos sábados navideños.
“Hemos trabajado esta actividad familiar con mucho entusiasmo y detalle. Siguiendo ya la iniciativa nuestra posthuracanes, hemos utilizado elementos como la madera, paja y lo que antes fueron desechos de una manera artesanal, para la creación de este nacimiento en honor al Niño Dios”, detalló el alcalde en un parte de prensa.
La actividad se repetirá para el disfrute de los visitantes el 30 de diciembre, víspera de Año Viejo de 5:00 de la tarde a 8:00 de la noche y el 6 de enero, Día de Reyes, de 10:00 de la mañana a 12:00 del mediodía.
Santiago añadió que la zona seleccionada está diseñada para promover la reflexión y el disfrute de los niños con la presencia de animales de granja y pimordialmente, los personajes de la Navidad tradicional. “Lo que queremos es abrir espacios en el centro urbano, donde tenemos alernativas de estacionamiento y que la gente venga a Vega Alta y comparta en familia. Queremos recibirlos a todos”, sostuvo.
Indicó que los orígenes de esta costumbre de reproducir en imágenes el nacimiento de Jesús se remonta al siglo 13 por iniciativa de San Francisco de Asís. Se dice que, mientras predicaba por la campiña de Rieti, Italia, el crudo invierno sorprendió al humilde predicador que vestía con harapos. Se refugió en la ermita de Greccio, era la Navidad del año 1223. Mientras oraba rodeado de aquella paz del bosque y meditando la lectura del evangelista San Lucas, tuvo la inspiración de reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús en Belén. Construyó una casita de paja a modo de portal, puso un pesebre en su interior, trajo un buey y un asno de los campesinos del lugar e invitó a un pequeño grupo de ellos a reproducir la escena de la adoración de los pastores.
Esta hermosa idea de San Francisco se propagó por toda Italia, luego a España y el resto de la Europa cristiana. En Nápoles, hacia fines del siglo XV, reprodujeron en figuras de barro a los actores del gran acontecimiento narrado por el evangelista San Lucas, en su capítulo 2, versículos 2 al 14. Con la llegada de los frailes franciscanos a las Américas en el siglo 15 y 16, reprodujeron las representaciones alegóricas del pesebre de manera criolla. En cada pueblo latinoamericano fueron incorporadas variantes de la escena del nacimiento, acompañadas de villancicos alegóricos al pesebre, según la creatividad y los recursos de cada comunidad cristiana.