SAN JUAN – Las denuncias sobre alegado mal manejo de cadáveres no reclamados y almacenados en vagones en el Negociado de Ciencias Forenses (NCF), así como de un supuesto hedor, pudieran ser atribuidas a “agendas escondidas” de la Local 2099 del Sindicato de Servidores Públicos Unidos (SPU), unión que representa a los empleados de la citada dependencia gubernamental.
Así lo dijo su subdirectora, Mónica Menéndez en una entrevista a un medio radial (WKAQ) durante una visita a las instalaciones del NCF ubicado en el Reparto Metropolitano en Río Piedras.
“Le están haciendo daño a mis empleados y a la administración del Instituto de Ciencias Forenses. A lo mejor tienen una agenda escondida enfocada en unas personas en específico. Pero lo que no están viendo es que están poniendo la acreditación en riesgo. Están desmoralizando mis empleados. Muchos de los empleados no están de acuerdo con las declaraciones del presidente de la unión”, dijo Menéndez.
Agregó que “el presidente (de la unión) está haciendo unas declaraciones que están afectando a los que él representa, porque cuando él critica que la limpieza no se hizo bien, aquel que estaba limpiando era un unionado que cogió miedo, que se quiso tapar detrás del poste porque no era ninguna figura pública. Es lamentable que mi personal esté trabajando con miedo y todo por toda esta situación que están creando. Están desmoralizando a mi personal. Están afectando mi función diaria en el Instituto de Ciencias Forenses por una agenda escondida”.
Una controversia se ha desatado en las pasadas semanas luego que salieran denuncias a la luz pública sobre supuesto mal manejo de cerca de 74 cadáveres no reclamados almacenados en cinco vagones en las inmediaciones del NCF en Río Piedras. Asimismo, el presidente de la unión, Carlos Vélez y vecinos del área habrían alegado que un fuerte hedor emana de los contenedores. Una vista ocular de la Comisión cameral de Salud culminó en controversia ante las restricciones impuestas para acceder los vagones y la presencia de cámaras televisivas.
Ante preguntas sobre si esta situación responde a diferencias con la unión, Héctor Pesquera, secretario del Negociado de Seguridad Pública (DSP), agencia sombrilla que cobija al NCF, dijo que “yo no sé lo que es. Lo que sí es que le están dando una información incorrecta al público. Entonces el público tiene una idea errónea de lo que está pasando aquí. Eso es todo”.
Menéndez indicó que hay cadáveres de casos criminales, suicidios, así como cuerpos de personas que murieron como consecuencia del huracán María. Explicó que los cadáveres llegan al NCF en diferentes estados y que éstos son refrigerados. Asimismo, aseguró que los vagones cumplen con las temperaturas requeridas, mientras que cuentan con sistemas alternos de energización en caso que falle el servicio de electricidad.
Afirmó además, que algunos de los contenedores fueron comprados por el Departamento de Salud federal, por lo que deben cumplir con las especificaciones necesarias.
Finalmente, Meléndez reaccionó a las declaraciones que hizo la exdirectora del NCF, María Conte Miller. “En esa administración no tenían las situaciones que nosotros tenemos. María Conte no tuvo un huracán María. María Conte no tuvo el presupuesto más bajo que ha tenido el Instituto de Ciencias Forenses. María Conte tenía muchos más recursos incluyendo patólogos que habían 11 en un momento dado y empleados como técnicos y especialistas. Son muchos factores que no existían en la época de ella”, dijo Meléndez, quien confirmó que en los vagones hay cadáveres desde 2015 y osamentas desde el 2012, así como la escasez de patólogos.
El gobernador Ricardo Rosselló Nevares informó el lunes, que le solicitó ayuda al secretario del Departamento de Salud federal, Alex Azar para atender la situación en el NCF y poder bajar la cantidad de cadáveres acumulados. Explicó que la ayuda técnica consiste en la designación temporal de patólogos, en un periodo de un año y que van a llegar unidades fúnebres adicionales, lo cual le dará recursos adicionales al Negociado.