Los audífonos inalámbricos han transformado la manera en que escuchamos música, hacemos llamadas o incluso percibimos el entorno sonoro. Sin embargo, a medida que más personas se adaptan al uso de estos dispositivos, surgen las preocupaciones sobre cómo afectan la audición a corto y largo plazo, especialmente cuando su uso es extendido y la accesibilidad que ofrecen aportan ese factor novel que nos mueve hacia los artefactos tecnológicos. En este contexto, varios estudios académicos han comenzado a examinar los efectos de estos en la salud auditiva, especialmente a través de dos vías: el volumen al que se escuchan los sonidos y la duración de la exposición.
La exposición al volumen y su efecto en la audición
Una de las preocupaciones más inmediatas sobre el uso de audífonos inalámbricos es la tendencia de las personas a aumentar el volumen cuando están en entornos ruidosos o para bloquear el ruido ambiental. Aunque los audífonos inalámbricos pueden ofrecer una calidad de sonido impresionante, el riesgo de dañar la audición aumenta cuando se escuchan a niveles de volumen elevados durante períodos prolongados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre la creciente incidencia de la pérdida auditiva inducida por el ruido debido a la exposición a sonidos elevados, y en su informe de 2019 subraya que los audífonos personales son una de las principales fuentes de riesgo. Según la OMS, se estima que alrededor de 1.1 mil millones de jóvenes en todo el mundo están en riesgo de sufrir pérdida auditiva debido al uso irresponsable de dispositivos de escucha personal.
«El sonido a 85 dB es seguro, pero a partir de 90 dB los riesgos se incrementan exponencialmente», afirman los expertos en este documento, haciendo referencia a los niveles que muchos auriculares inalámbricos pueden alcanzar a volúmenes altos.
Aislamiento del ruido y sus consecuencias
Los audífonos inalámbricos con características de cancelación activa de sonido, que bloquean los ruidos externos, son populares entre quienes buscan una experiencia auditiva más pura o desean evitar distracciones. Sin embargo, aunque esta función puede ser útil para la concentración, también tiene el efecto secundario de que los usuarios no perciban adecuadamente los sonidos del entorno. Esto puede llevar a un aumento del volumen en ambientes ruidosos, lo que a su vez incrementa la exposición al ruido de alta intensidad directamente en el oído, aumentando el riesgo de daño acústico.
Según un estudio de The American Journal of Audiology (2021), el uso prolongado de audífonos con cancelación de ruido puede «crear una falsa sensación de seguridad» y permitir que las personas escuchen a volúmenes peligrosos sin ser conscientes de ello. Esta desconexión del entorno, aunque conveniente, puede llevar a una sobrecarga acústica sin que el usuario se dé cuenta de los peligros.
Uso prolongado y sus efectos
El uso prolongado de cualquier tipo de audífono, incluido el inalámbrico, aumenta las posibilidades de desarrollar problemas auditivos. Si bien no todos los estudios han llegado a conclusiones definitivas sobre una conexión directa entre el uso de audífonos inalámbricos y la pérdida auditiva permanente, la mayoría coincide en que el uso excesivo de estos dispositivos puede contribuir al deterioro auditivo con el tiempo.
Un estudio publicado en la revista International Journal of Audiology, concluyó que los usuarios de audífonos inalámbricos que escuchan música a volúmenes elevados durante más de dos horas al día tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar tinnitus o pérdida auditiva en frecuencias altas. La preocupación principal radica en la incapacidad de muchas personas para reconocer los niveles de volumen peligrosos, algo que los audífonos inalámbricos pueden enmascarar.
Consejos para mitigar los riesgos
1. Mantener el volumen por debajo del 60% del máximo en auriculares inalámbricos. La regla del 60/60 es una buena referencia: 60 minutos al 60% del volumen.
2. Tomarse descansos. La recomendación de hacer pausas de 10 a 15 minutos cada hora de uso puede ser crucial para evitar daños a largo plazo.
3. Utilizar auriculares con limitadores de volumen. Algunos modelos permiten establecer un límite máximo de volumen, lo que es una característica útil para quienes pueden ser menos conscientes de los niveles peligrosos.
4. Optar por modelos con buen aislamiento pasivo. Si bien la cancelación activa de ruido es útil, los modelos que bloquean pasivamente el ruido sin necesidad de aumentar el volumen pueden ser menos peligrosos.
Los audífonos inalámbricos pueden ser una excelente herramienta para disfrutar de contenidos audiovisuales y facilitar la comunicación, pero es esencial ser consciente de los riesgos que conlleva su uso indebido. Si se utilizan con moderación y atención a los niveles de volumen, es posible mitigar los efectos negativos en la audición.
Si desea conocer más sobre los efectos de los audífonos inalámbricos en su audición puede llamar al 787-303-0527 y conseguir cita con un especialista para evaluar su caso. Además, puede acceder a la página web precisionhealthpr.com. También, contamos con información valiosa en nuestras redes sociales: Facebook, Instagram como Precision Health PR, Spotify como Precision Health Podcast y en nuestro canal de YouTube @precisionhealthpr.
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