Por Mark Nieves de PR Gamer (pr-gamer.com)
Blades of Fire llega como una propuesta AA que sorprende por su ambición. Aunque no tiene el respaldo de una gran campaña de marketing, este RPG de acción ofrece una experiencia única gracias a su impresionante sistema de forja y combate táctico cuerpo a cuerpo.
El corazón del juego está en su sistema de herrería. Aquí no se trata solo de escoger un arma, sino de diseñarla y forjarla a mano: desde la elección del tipo de hoja hasta el material, cada detalle afecta el rendimiento. Cuanto mejor forjes, más resistente será tu arma antes de romperse. Este minijuego de forja, aunque profundo y adictivo, puede volverse tedioso por la falta de opciones rápidas para repetir diseños ya hechos.
El combate es exclusivamente cuerpo a cuerpo. Aaron, el protagonista, cuenta con ataques direccionales y una buena variedad de armas que se diferencian por tipo de daño: punzante, cortante o contundente. Cada enemigo tiene debilidades específicas, lo que obliga a adaptar constantemente la estrategia. Aunque no hay ataques a distancia ni magia, la profundidad del sistema mantiene el interés durante buena parte del juego.
La durabilidad de las armas es un tema central. A diferencia de otros títulos, aquí perder un arma no significa perderla para siempre. Se puede recuperar del lugar donde caíste. Además, el juego permite afilarlas para restaurar su daño, aunque esto reduce su vida útil, lo que añade una capa de estrategia adicional.
Visualmente, Blades of Fire destaca. Aunque hay caídas de rendimiento con muchos enemigos en pantalla, los escenarios están detallados y la ambientación es sólida. La música es dinámica y contribuye a la atmósfera sin volverse repetitiva. El juego se siente casi como un título AAA en su presentación.
Sin embargo, no todo brilla. El diseño de niveles es confuso, con mapas que no indican diferencias de altura ni niveles interiores. Hay demasiados enemigos comunes, y secciones de escolta que pueden resultar frustrantes. Además, la historia, aunque funcional, carece de fuerza emocional. Aaron es un protagonista competente, pero el vínculo con los personajes secundarios es débil.
Los jefes, por el contrario, son un punto alto. Desde criaturas que regeneran extremidades hasta combates con múltiples fases, estas batallas están bien pensadas y ofrecen desafíos memorables. También hay un bestiario completo que amplía la información del mundo.
Veredicto final
8/10 – Una experiencia intensa y original para amantes de la acción táctica y la personalización de armas.
