SAN JUAN – La puertorriqueña Danitza Vázquez Maccarini logró una histórica plaza a la Copa del Mundo Femenina de 2018 luego de ganar el Torneo Zonal Femenino 2.3 en El Salvador.
“Estoy súper contenta. Es algo que no esperaba, especialmente porque en las primeras rondas no me fue tan bien, pero tuve persistencia y me mantuve siempre contenta, no me desanimé y seguí luchando”, dijo Vázquez Maccarini en declaraciones escritas.
La maestra Internacional de Ajedrez, de 17 años de edad, logró la plaza luego de dominar el tablero durante rondas de desempates con las cubanas Maritza Arribas Robaina y Yerisbel Miranda Llanes, debido a que las tres ajedrecistas terminaron iguales en el primer puesto con seis puntos.
El evento se celebró en la Ciudad de San Salvador en El Salvador, y participaron jugadoras de Cuba, Colombia, México y Centroamérica.
“Siempre estuvo en mi mente Puerto Rico y mi familia, que lo tenía que hacer por ellos, que esto iba a ser una noticia bien grande, que nadie lo había hecho… Espero que sirva de inspiración para otros jóvenes”, agregó la ajedrecista.
De acuerdo con el capitán de la Selección Nacional Femenina de Puerto Rico, el licenciado Donato Rivera, “nadie en Puerto Rico ha llegado tan lejos en la ruta hacia la participación en un Campeonato Mundial de Ajedrez”.
El viernes, Vázquez Maccarini participa en otra competencia, el Saint Louis Thanksgiving Open en Missouri. “Después de eso me voy a preparar fuertemente para las olimpiadas (43rd World Chess Olympiad 2018) y para el mundial, que espero hacer un excelente papel para seguir representando a Puerto Rico con dignidad”, detalló la campeona.
El triunfo de Vázquez Maccarini ocurre luego de una preparación accidentada debido a las condiciones en las que quedó la Isla tras el paso del huracán María.
Ante las dificultades para acceder a la Internet, la familia ha estado viajando para San Juan en busca de señal. En ocasiones, la adolescente practicaba con la computadora dentro del vehículo estacionado en el área de cobertura, pero solo lo podía hacer por alrededor de dos horas ya que ese era el tiempo que le duraba la batería, comentó su padre, Miguel Vázquez.