Por: José Luis López
No tendráis temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza, y él persevará tu pie de quedar preso.»
Proverbios 3:25,26
Cuando Dios abunda en juicios, no quiere que su pueblo se alarme. Él no ha salido para hacer daño, sino para defender a los justos. Él quiere que manifiesten valentía quienes gozamos de la presencia de mente. Puesto que el propio Señor podría venir súbitamente. No deberíamos sorprendernos de cualquier cosa súbita. La serenidad frente a la embestida y el rugido de males inesperados es un precioso don del amor divino.
Deberíamos estar más horrorizados por el pecado que merece el infierno, que por el infierno que es el resultado del pecado. Así, también, el pueblo de Dios ha de exhibir gran tranquilidad de espíritu. Satanás y la simiente de la serpiente están llenos de sutileza; pero quienes caminan con Dios no serán atrapados en sus engañosas trampas. Prosigue tu camino, creyente en Jesús, y acepta que el Señor sea tu confianza.