SAN JUAN – La Comisión de Alimentación y Nutrición de Puerto Rico (CANPR) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Oficina en Puerto Rico, presentaron ante las autoridades del gobierno, expertos en el campo de la nutrición, la actividad física, la salud, organizaciones profesionales y representantes de la industria de alimentos, el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en Puerto Rico. El mismo es resultado del esfuerzo colaborativo de un Comité Asesor Multisectorial, del apoyo y asesoramiento de la OPS en Washington, la Oficina Primera Dama, la Oficina de la Asesora en Salud del Gobernador y del Programa de Nutrición y Dietética del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
“En respuesta al crecimiento de la epidemia de la obesidad, la OMS la OPS asumieron la posición de liderazgo y desarrollaron el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la Niñez y la Adolescencia, que sirve de referencia a varios países de las Américas en la adopción de líneas estratégicas en común y adaptadas a cada región en particular. El objetivo general del plan de acción es detener el aumento acelerado de la obesidad en la niñez y la adolescencia, de manera de que no se registre aumento alguno en las tasas de prevalencia actuales en cada país,” explicó la Dra. Nivia A. Fernández, presidenta de la Comisión de Alimentación y Nutrición de Puerto Rico.
Por su parte, la secretaria de Salud Ana Ríus Armendariz expreso que “la obesidad es vista como una condición crónica que afecta a millones de personas alrededor del mundo. Hoy, gracias al esfuerzo de un comité multisectorial, podemos presentar ante Puerto Rico el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad. Este modelo, trabajado y liderado por la Comisión de Alimentación y Nutrición de Puerto Rico adscrita al Departamento de Salud, busca la priorización de líneas estratégicas que redunden en el beneficio de una educación sólida sobre nutrición. Además, todos sus objetivos van encaminados a cumplir con una de las metas prioritarias, detener el aumento acelerado de la obesidad en Puerto Rico”.
La obesidad es considerada a nivel mundial una epidemia. Para el 2014, el problema de la obesidad resultó más significativo en la Región de las Américas al registrarse una prevalencia de sobrepeso y obesidad que alcanzó el 62% de la población. Mientras que, al analizar únicamente la prevalencia de obesidad, se observó que el 26% de la población adulta de más de 20 años de edad eran obesos. Ante este contexto, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) declararon la obesidad una epidemia en la región de las Américas y desarrollaron el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en la Niñez y la Adolescencia. Este plan sirve de modelo a los países en la adopción líneas estratégicas en común para ser adaptadas a cada región en particular.
El Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en Puerto Rico tiene como meta detener el aumento acelerado de la obesidad sin incremento en las tasas de prevalencia actuales en la población. Además, se organiza alrededor de cinco líneas estratégicas que guiarán los esfuerzos multisectoriales durante los próximos cinco años. Estas líneas estratégicas son:
- Atención primaria de salud y promoción de la lactancia materna y la alimentación saludable.
- Mejoramiento del entorno con respecto a la nutrición y la actividad física en los establecimientos escolares.
- Políticas fiscales y reglamentación de la publicidad, promoción y etiquetado de alimentos.
- Otras medidas multisectoriales que incluyen la disposición de espacios urbanos públicos para la actividad física, la puesta en marcha de programas de ciclovías recreativas, sistemas rápidos de transporte público, e iniciativas iniciativa de agricultura familiar.
- Vigilancia, investigación y evaluación.
«No es suficiente todo lo que hemos hecho y lo que hemos comenzado a alcanzar como país al día de hoy. Tenemos que asumir este compromiso de manera responsable, continuar tomando acciones contundentes y pasos afirmativos, asumir un rol activo entre las comunidades y repetir la ecuación cuantas veces sea necesario», expresó la primera dama, Wilma Pastrana Jiménez.
Puntualizó que «conocer de primera mano los riesgos que suponen la seriedad de este asunto de la epidemia de la obesidad, nos lleva a asumir un rol activo, ante la necesidad de mejores patrones de conducta para nuestros hijos e hijas, así como a la población general. Es decir, este plan no puede quedar inconcluso, no es un trabajo que debe quedar en el olvido».
Cabe destacar que en Puerto Rico, datos de 2014 obtenidos a través del Puerto Rico Behavioral Risk Factor Surveillance System (PRBRFSS, por sus siglas en inglés), documentan que el 65.9% de la población está siendo afectada por el sobrepeso y la obesidad, lo que incide significativamente en la alta prevalencia de enfermedades crónicas tales como, las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y los accidentes cerebrovasculares. Los estudios científicos consultados documentan que los adolescentes obesos serán adultos obesos y lo que es más preocupante, que los efectos acumulativos en la salud ocasionan que los nacidos del año 2000 en adelante no sobrevivan a sus padres. Entre las intervenciones identificadas para disminuir los factores de riesgo prevenibles se encuentran el cuidado de la salud para la detección temprana, los buenos hábitos alimentarios y un estilo de vida activo y saludable.