Por: Pastores Walter y Alba Pérez
La desconfianza, falta de fe o la tacañería en uno de los dos puede ser fatal. La mala administración, los antojos y la impulsividad también pueden ser fatales. Sentirse ahogado sin poder comprar nada sabiendo que produzco o trabajo para ayudar es fatal.
Alba: Estas situaciones tienden a dañar los buenos momentos, y en la mayoría de las veces nos sentimos impotentes para manejarlas y lo peor es que terminamos mintiéndonos para justificar los gastos que hacemos.
¿Qué cosas son necesarias? ¿Qué cosas no lo son?
Walter: Ese es un problema de cada uno de nosotros y es que ignoramos nuestras necesidades. Creemos que la obligación es una renta, servicios y comida. Así piensa alguien natural, pero nosotros si somos hijos de Dios pensamos diferente y si nos colocamos en común acuerdo vamos a tener para todo y más.
Alba: Pónganse de acuerdo en una cantidad máxima que puedan gastar sin que antes tengan que consultarse mutuamente. El presupuesto ayuda a que haya un mejor manejo y un mayor respeto del uno para con el otro, de forma tal que nadie se sienta abusado.
Al pagar lo que deben y aumentar su ahorro, la cantidad de lo que puedan gastar libremente será mayor. Cuando ambos entendemos que nuestra calidad de vida, el cuidarnos el uno al otro trae un aumento financiero, cuidaremos de nosotros mismos como nunca antes. Creemos juntos una caja menor para gastos varios.