Por: Redacción Presencia
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MAUNABO- La secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen Guerrero Pérez, y el presidente del Comité Pro Desarrollo de Maunabo, Pedro Torres, inauguraron hoy el primer sistema de veredas en una reserva natural de Puerto Rico adaptado para ser recorrido por ciegos, y que a la misma sirve a sordos y personas con impedimento de movimiento.
Las cuatro veredas que atraviesan la Reserva Natural Humedal Punta Tuna fueron ensanchadas y además, cuentan con letreros educativos cuya información está comprimida en el generador de códigos QR, que, con la aplicación especial de lectura y audio de un teléfono celular puede ser escuchada por las personas ciegas. Los visitantes que no tengan teléfono celular podrán usar una de las cinco grabadoras que la agencia adquirió.
Para preparar presentaciones en braille, se compró una computadora laptop y una impresora diseñada para ese sistema de lenguaje.
A lo largo de las veredas se colocaron 29 postes que alertan a los invidentes que no deben pasar. Esto evita que se descarrilen o entren en zona de humedal.
Asimismo, las personas que tengan limitación al moverse podrán usar las sillas de ruedas especiales para el tipo de terreno que tiene esta reserva natural. Personal de la Oficina del Procurador del Impedido (OPI) ayudó en el proceso de adaptación de la reserva.
“Con este proyecto, el DRNA reafirma su compromiso de que los espacios naturales existen para que sean descubiertos y disfrutados por todas las personas sin importar impedimentos o condiciones. La iniciativa es novedosa en Puerto Rico y es inclusiva; ya que fomenta pasear y percibir—de forma diferente—un espacio natural. Y es que aprender es una de las funciones más importantes del ser humano que se optimiza cuando las personas están estimuladas; y nada como la naturaleza para inspirar a las personas sin importar su condición”, manifestó Guerrero Pérez.
La planificadora mencionó que la inversión total en el desarrollo de esta iniciativa fue de $40 mil con fondos federales que procuró el Programa para el Manejo de Zona Costanera en Puerto Rico DRNA a través de una propuesta aprobada por la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).