Por: Javier Donate y Cindy Stalker
Autores del libro Matrimonios a Prueba de Cuernos
www.JavierDonate.com
(787)643-4709
Allí están Roger y Sonia aburridos en su casa. Sus hijos adolescentes salieron con sus amigos y la pareja se encuentra sola con una excelente oportunidad de variar su escenario íntimo. En otras palabras pueden hacer el amor en cualquier lugar de la casa. Algo que hacían a menudo los primeros años de casados. En lugar de eso, ella prefiere atender algunas tareas atrasadas del hogar mientras él navega con su iPad por internet.
Están aburridos el uno del otro y hay como un vacío emocional. En estas circunstancias la pareja puede caer en la tentación de querer romper con ese aburrimiento con algunas experiencias no legítimas. La infidelidad está tocando a la puerta.
Muchas veces el que una mujer casada se vaya a la cama con otro hombre tiene que ver con una necesidad emocional no suplida en su relación de pareja. Quizá falta de romance, atenciones, elogios.
Por otro lado, cuando un hombre le es infiel a su esposa es posible que lo que está buscando es un episodio de acción, de adrenalina, de riesgo para romper con la aburrida rutina que está viviendo.
John Eldredge, en su extraordinario libro Salvaje de Corazón habla acerca de que todos los hombres, sin darse cuenta, van en busca de: Una aventura que vivir, una batalla que pelear y una bella a la cual conquistar.
Si observas la mayoría de las películas de Hollywood tienen estos tres elementos presentes. James Bond por ejemplo siempre tiene una intensa aventura con un propósito definido (de seguro evitar que los rusos activen un arma nuclear que destruirá el mundo). Y claro está siempre aparecerá aquella hermosa mujer que terminará en los brazos del espía británico.
Ahora volvamos a tu casa, un cuadro totalmente diferente. Ya no existe el reto de conquistar a esa mujer pues ya “es tuya” hace muchos años. No hay aventura, por el contrario la sociedad enferma en que vivimos te sugiere que vivas repitiendo lo mismo durante 30 años hasta jubilarte. Tampoco hay batallas que pelear, no encuentras un propósito de vida que vaya más allá que la de asegurar tu futuro económico.
¡EL HOMBRE NO FUE DISEÑADO PARA ESOS ENFERMOS ESTILOS DE VIDA. POR ESO TE ENCUENTRAS ABURRIDO Y CON MUCHA RAZÓN!
Entonces en lugar de darle un giro a su vida para traer un poco de aventura junto a su esposa quiere hacerlo con otra o peor aún con otras mujeres. Pero piénsalo:
Para qué vivir una aventura con mil mujeres si puedes vivir mil aventuras con una sola. Es hora de romper con esa monotonía fatigosa que está matando tu relación de matrimonio. Decide hacer algo divertido cada semana con tu espos@. No necesariamente algo que conlleve gastar mucho dinero. A veces cosas sencillas como irse a acampar en una playa o comerse un sándwich debajo de un árbol hace la diferencia.
