Capellán y seminarista SEPR
La convivencia entre jóvenes y personas de la tercera edad tiene sus beneficios, tanto espirituales como humanos; aporta beneficios mutuos. Entre algunos, está el crecimiento espiritual, donde se crea un puente entre pasado y futuro. Se promueve la unidad familiar y comunitaria que fortalece los lazos sociales y espirituales.
Hay varios ejemplos en la Biblia, como lo fue Josué, ayudante fiel de Moisés desde su juventud. Se quedaba en la tienda de reunión para cuidar y aprender (Éxodo 33:11). Más adelante, Dios lo escogió como sucesor de Moisés. Tenemos el caso de Samuel, que fue llevado al templo y sirvió al sacerdote Elí desde pequeño. Le ayudaba en las labores sacerdotales y aprendió bajo su guía (1 Samuel 2:11; 1 Samuel 3:1). Samuel escuchó el llamado de Dios mientras servía junto a Elí, en su edad temprana, lo que nos dice que desde pequeño llevaba una vida piadosa y de servicio.
Tenemos un ejemplo de una fémina que decidió quedarse con su suegra, una anciana llamada Noemí. El deseo de esta joven no era solo ayudar, sino también acompañar en su vejez (Rut 1:16-17). Esta joven era Rut, que mostró lealtad y servicio, asegurando sustento y compañía. Su relación fue tal que el primer hijo que tuvo Rut lo puso en el regazo de Noemí (Rut 4:16-17) para que fuera cuidador de Noemí (aya). Este niño fue Obed, abuelo del rey David.
En el Nuevo Testamento tenemos un ejemplo de esta relación entre Timoteo y Pablo, un joven que se unió al ministerio de Pablo. Lo que destaca en esta historia es que Timoteo daba buen testimonio en Listra e Iconio, aun a su corta edad, y ya era conocido (Hechos 16:1-3). Este joven se separa de su familia y acompañaba al apóstol, servía y aprendía, al punto de que Pablo lo llama «mi hijo amado» (1 Timoteo 1:2). Recibió formación espiritual y ministerial de un hombre mayor.
Cada encuentro entre jóvenes y ancianos es una oportunidad para crecer, para dejar huellas y para recibir legado. Que cada generación no pierda la oportunidad de compartir mutuamente. El Papa Francisco dijo: «Los jóvenes caminan rápido, pero son los viejos los que conocen el camino».



