Yolanda Lebrón López
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RÍO GRANDE – La dedicación, la pasión por lo que hace y el deseo genuino de ayudar a otros a alcanzar su mejor versión han sido pilares en el éxito de Anthony “Tony” Peña como entrenador físico.
Con una trayectoria de 22 años como propietario de Hardcore Fitness Center en Río Grande, Peña se ha consolidado como un reconocido entrenador que, más allá de transformar cuerpos, transforma vidas.

Su carrera comenzó en 2003, mientras trabajaba en la industria hotelera. Desde joven, sintió amor por el entrenamiento y los ejercicios. Relató que desde los 14 años tuvo el sueño de tener un gimnasio. En ese entonces dialogaba con sus “amigos del barrio” sobre la posibilidad de ser propietario de uno en algún momento. Mientras laboraba en un restaurante del Hotel El Conquistador en Fajardo, un compañero abrió un gimnasio, lo que le mostró sobre el proceso y le inspiró a lanzarse con su propio proyecto.
Aunque no fue algo planificado, la oportunidad llegó y, lo que pensaba que tomaría un año, lo logró en meses. Su madre fue su principal impulso. Así nació Hardcore Fitness Center, en la calle Pimentel de Río Grande, local que se ha convertido en un espacio de bienestar para cientos de personas.
A pesar de la competencia de grandes franquicias y gimnasios locales, su negocio se mantiene como uno de los preferidos por los atletas. Esto en gran parte a su trayectoria, conocimiento, constancia y al ambiente único que ofrece el gimnasio. Sostuvo que el ambiente en el gimnasio es uno familiar, agradable, tranquilo y personal, “donde el que llega es porque realmente tiene una necesidad y quiere un cambio, personas dispuestas a hacer lo que amerita para lograr sus objetivos”.
En sus inicios comenzó a promocionarse mostrando los cambios reales de sus clientes, lo que provocó que más personas llegaran a su gimnasio con diversas necesidades. Eso lo llevó a prepararse más y posteriormente a incursionar en el entrenamiento de atletas para competencias de fisiculturismo. Su debut fue en el evento Mr. Puerto Rico Novicio, en Barceloneta, donde llevó a dos atletas que se posicionaron entre los mejores seis de 26 competidores, específicamente el cuarto y sexto lugar. Su participación como entrenador lo dio a conocer aún más y le impulsó a continuar trabajando en la preparación de atletas y a participar en otras competencias.
“El resto es historia. Empecé a llevar atletas, tuve dos o tres temporadas y me di a conocer. Volví y me reinventé. Empecé a especializarme con los clientes y empezaron a llegarme de diferentes modalidades: peloteros, baloncesto… Y es algo que, cuando realmente te interesa, sigues buscando información, sigues perfeccionándote. Siempre ha sido mi pasión”, manifestó.
Durante más de dos décadas, innumerables personas han pasado por sus manos, muchas de ellas logrando transformaciones físicas notables y mejoras permanentes en su estilo de vida. Para Peña, lo primordial es un entrenamiento natural y una buena alimentación, sin uso de esteroides anabólicos. Según opinó, las cualidades principales que definen a un buen entrenador son tener vocación y no hacerlo solo con un fin económico, ser responsable con la salud de sus clientes, además de la educación y formación en la profesión para identificar las necesidades de cada persona y promover que aprendan lo que es beneficioso para su salud.
“Mi recomendación es que no utilicen ningún tipo de anabólico esteroides. Inclusive, ahora mismo hay una tendencia de medicamentos (para rebajar). Es tú orientar a esa persona sobre los efectos secundarios, tratar de educar a esa persona a llevar un estilo de vida saludable. Es una responsabilidad muy grande”, indicó.
Su filosofía se basa en promover la salud como pilar de todo proceso físico. “Yo trato de promover la salud, de hablarle a las personas de la importancia de alimentarse bien, de suplementarse, el ejercicio… hacerlo lo más natural posible y, a largo plazo, vas a recibir los beneficios de llevar tu cuerpo a otro nivel. Y educar a las personas en lo importante que es la salud para llegar a la vejez y ser independiente”, explicó.
Peña ha visto cómo muchos de sus clientes, tras completar su entrenamiento, mantienen hábitos saludables y un mejor estilo de vida. Entre sus satisfacciones más grandes está ver la transformación de quienes llegan a él buscando ayuda.
“Cuando llega una persona donde ti, que tú sabes que tiene una necesidad, ya sea sobrepeso o diferentes condiciones de salud, y tú poder trabajar con ese cliente… y poder hacer un cambio en su vida, y eventualmente que esa persona se acuerde de ti, eso no tiene precio; porque eso es lo único que nosotros nos llevamos, lo que tú puedas hacer por cada persona”, puntualizó.
Para Peña, el éxito en cada persona lo mide en el cambio de mentalidad y autoestima de sus clientes.
“Lo más importante es que no se pongan un tiempo límite, que simplemente se disfruten el proceso y lo hagan un estilo de vida. No simplemente bajar de peso y ‘te quitas’ porque vas a botar el trabajo, sino que sepan la importancia y hagan esto parte de su rutina diaria. Los ‘plus’ van a ser muchos, tanto físicamente, espiritualmente y personalmente”, afirmó.



