Por Mark Nieves de PR Gamer (pr-gamer.com)
El Nintendo Switch 2 tenía un reto gigantesco: superar a una consola que vendió más de 130 millones de unidades en todo el mundo. Esta segunda generación no reinventa el concepto híbrido, pero lo refina con inteligencia. En lugar de cambiarlo todo, Nintendo apuesta por mejorar lo que ya funcionaba, ofreciendo un diseño más cómodo, una pantalla avanzada y nuevos sensores que apuntan al futuro.
Diseño más alto y ergonómico
Aunque conserva el grosor de 0.55 pulgadas, el rediseño se nota apenas la tienes en las manos. La consola es más alta, con una forma que se ajusta mejor a las palmas, evitando la incomodidad de los modelos anteriores. Los Joy-Con también son más grandes, con acabados mate suaves al tacto que reemplazan el plástico brillante. El resultado: una sensación más “premium” y cómoda.
Eso sí, no todo es perfecto. Los botones “+” y “–” son un poco menos accesibles, y jugar con los Joy-Con de lado, especialmente el derecho, puede ser incómodo en sesiones multijugador.
Pantalla LCD 1080p con 120 Hz: sorprendente
Aunque muchos esperaban un panel OLED, Nintendo apuesta por una LCD 1080p de 7.9 pulgadas con HDR y una densidad de 279 PPI. Esta supera incluso al modelo OLED anterior. La diferencia se siente: los colores son vívidos, los detalles están mejor definidos, y los 120 Hz hacen que la acción sea mucho más fluida.
En Mario Kart World, por ejemplo, los efectos visuales como el agua, la lluvia o las luces reflejadas en los charcos muestran un salto notable. La fluidez al tomar curvas o activar poderes como el Bullet Bill es palpable. Aun así, queda por ver el impacto en la duración de la batería.
Joy-Con mejorados: imán, sensor de mouse y nuevo rumble
Los Joy-Con ahora se conectan de forma magnética, lo que ofrece un acoplamiento más rápido y seguro. También incorporan un sensor de mouse, una novedad que puede definir esta generación si se aprovecha correctamente.
Probamos esta función en un minijuego donde controlas una nave para esquivar obstáculos. La respuesta fue rápida y precisa, algo sorprendente para un dispositivo de mano. Si más juegos integran esta función, podría cambiar la forma de interactuar con ciertos títulos.
Además, el nuevo sistema de vibración es más sensible y envolvente. Los sticks son ligeramente más altos y los botones más suaves, aunque en sesiones largas habrá que probar su durabilidad.
Cámara y experiencia social: Nintendo apuesta por la conexión
Una novedad interesante es la cámara integrada. En Mario Kart World, permite mostrar el rostro de los jugadores durante las carreras, potenciando la experiencia social del couch gaming. Este enfoque es un cambio significativo respecto a la generación pasada, que prácticamente ignoró las funciones sociales.
Interfaz y dock: conocidos pero mejorados
La interfaz mantiene el estilo del sistema original, con algunos ajustes visuales. Hay nuevos accesos directos para chat de juego y captura de pantalla. Además, el sensor de mouse se puede usar en el menú principal, lo que sugiere futuras integraciones con la eShop.
El nuevo dock permite salida 4K a 60 Hz y tiene un diseño más redondeado y robusto. Incluye ventilación interna para mantener temperaturas estables. Aun así, es silencioso durante el juego, incluso en entornos ruidosos como ferias o eventos de prueba.
Rendimiento: salto generacional claro
Aunque Nintendo no ha detallado el chip ni la RAM, los juegos muestran una mejora clara en rendimiento. Títulos como Metroid Prime 4 Beyond, Donkey Kong Bonanza y Drag X Drive se ven más nítidos, con menos caídas de frames y texturas más definidas.
En Mario Kart World, los efectos visuales del agua y la iluminación son impresionantes. Incluso elementos como el fuego al usar un turbo o los banderines en el fondo son más visibles y detallados. Se nota que estamos ante un nuevo estándar gráfico dentro del ecosistema Nintendo.
¿Vale la pena la Nintendo Switch 2?
Con un precio de $449.99 (o $499.99 la versión con Mario Kart World), la Switch 2 es una evolución lógica. No revoluciona, pero sí mejora todo lo que debía mejorar: pantalla, rendimiento, diseño y opciones sociales. Su éxito dependerá del soporte que reciba por parte de los estudios.
Por ahora, Nintendo ha puesto el hardware. El próximo paso es asegurar que el software esté a la altura. Si lo logran, estamos frente a una consola que podría dominar durante los próximos años.