SAN JUAN – En medio de la pandemia del COVID-19, dieciocho mujeres residentes de Loíza lograron culminar un curso de costura creativa y, al mismo tiempo, colaborar con la emergencia de salud pública mediante la confección de mascarillas. El curso fue posible gracias a un donativo de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico (FCPR) a Connecting Paths PR Inc., dirigido a promover la activación económica mediante la autogestión empresarial solidaria.
Las participantes recibieron máquinas de coser y un certificado por haber completado el curso del programa de Costura Creativa de Connecting Paths PR Inc., una organización sin fines de lucro comprometida con el emprendimiento social para poblaciones en desventaja económica. Las mujeres asistieron a 22 clases durante nueve meses, periodo durante el cual aprendieron a manejar la máquina de coser, realizar patrones, cortar, y confeccionar bultos y mascarillas, de la mano del diseñador James de Colón. La iniciativa también contó con la colaboración del Municipio de Loíza y de la Iglesia Del Valle AIC, donde tomaron las clases.
«¡De 19 participantes, 18 terminaron! En medio de la pandemia hemos podido generar cinco empleos temporeros relacionados con la confección de mascarillas, gracias a subcontrataciones. También se logró una subvención para donar mascarillas a adultos mayores en comunidades vulnerables en las que hemos trabajado. De esta forma se mitiga el riesgo de contagio y se impactan las finanzas familiares de estas empresarias comunitarias. Todas las participantes, además, elaboraron mascarillas como parte de su práctica con el fin de ser donadas», dijo Mabel Lassalle, fundadora y CEO de Connecting Paths PR Inc.
Además de Loíza, este currículo de costura creativa ha sido ofrecido desde 2018 en comunidades remotas en Adjuntas y Jayuya. De las 18 participantes, seis expresaron interés en desarrollar microempresas en esta industria —a largo plazo, el programa apunta a la formación de una empresa colectiva: cooperativa de servicio o corporación de propietarias-trabajadoras. También recibieron talleres sobre destrezas socio-emocionales.
“La misión de la FCPR es desarrollar las capacidades de las comunidades a través del impulso del capital comunitario, y con esta iniciativa estamos contribuyendo a esa meta. Los capitales humano, social, físico y financiero han sido impactados significativamente a través de este programa, ya que aprendieron nuevas destrezas, conectaron entre ellas, generaron ingresos, y recibieron máquinas de coser para continuar desarrollando e impulsando la autogestión empresarial solidaria en Loíza”, destacó el doctor Nelson I. Colón Tarrats, presidente y principal oficial ejecutivo de la FCPR.
La FCPR también está desarrollando otras iniciativas de equidad racial y recuperación comunitaria en Loíza, gracias al apoyo de W.K. Kellogg Foundation. Las iniciativas buscan contribuir al bienestar integral de niños/as, jóvenes y familias loiceñas. Las áreas de atención incluyen acceso a vivienda segura, agua potable, energía renovable y desarrollo económico; apoyo académico y psicoemocional e interrupción de la violencia.