Drs. Carlos & Vidalina Echevarría
Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da (Éxodo 20:12; Mateo 15:4). Honrar a los padres y obedecerlos es el primer mandamiento con promesa. Dios promete que si lo haces todo te ira bien y gozarás de larga vida. También a los padres se le enseña a no provocar la ira de sus hijos, sino criarlos con disciplina y amonestación del Señor. (Efesios 6:1-4).
La Biblia nos narra la historia de un padre cuyos hijos eran hombres impíos a pesar de que tenían conocimiento de quien era Jehová, ya que su padre era un sacerdote del templo. Elí era muy viejo y débil de carácter, sufría al oír lo que le contaba la gente que sus hijos hacían con todo Israel. Robaban de las ofrendas que traía el pueblo y dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. Elí como padre les aconsejaban bien, pero sus hijos no le honraban, no le respetaban, así que no le oyeron y continuaron pecando. No solo contra el hombre; pecaron contra Jehová. Dios siempre habla, y envió un varón a Elí y le recordó el llamado que tenia al sacerdocio y le dijo: Porque honraste más a tus hijos que a mí, engordándolos de lo principal de todas las ofrendas que traía el pueblo por tanto: Yo había dicho que tu casa así como la de tu padre andarían delante de mi perpetuamente, pero ahora nunca tal cosa hago, porque yo honraré a los que me honran y los que me desprecian serán tenidos en poco. Verás tu casa humillada, cortaré tu descendencia y todos los nacidos en tu casa morirán jóvenes y tus dos hijos Ofni y Finees morirán los dos el mismo día. Jehová buscará un sacerdote fiel, que sea firme y ungido porque ya no habrá más sacerdotes de tu familia.
Dios juzgó la casa y la descendencia del sacerdote Elí para siempre por la iniquidad que el como padre permitió por su débil carácter. Ellos habían blasfemado a Dios, y Elí como padre no se los había impedido. Dios entonces escogió para sacerdote a Samuel hijo de Ana y Elcana que fue dedicado a Dios por sus padres y criado por Elí en el templo (1ra. Samuel 1:21-28).
Varón, tu que eres padre, Dios te ha llamado a ser el sacerdote de tu hogar, no es fácil. Tienes una gran responsabilidad delante de quien te va a pedir cuentas, como hizo con Elí de cómo has criado a tus hijos. Eres responsable de enseñarle el camino de la fe, de los valores morales y la firmeza de carácter. El carácter se forma en el hogar, la iglesia, la escuela y el vecindario. Tuyo es el llamado de Dios para que seas un buen sacerdote en tu hogar.
No huyas de tu responsabilidad Dios te capacitará cuando no sepas qué hacer. Los tiempos están duros, pero somos reyes y sacerdotes para Dios, el Padre, a él sea la gloria e imperio por los siglos de los siglos, Amén. (Apocalipsis 1:6).
Dios te bendiga rica y abundantemente. ¡Feliz Día del Padre!