SAN JUAN – Datos reportados por el Instituto de Dasonomía Tropical durante el 2017 indican que el Huracán María provocó la mortalidad de un 30% de los árboles tras su paso por Puerto Rico. Otros estudios realizados por la Universidad de California en Berklee revelaron que el evento atmosférico causo daños severos y la mortalidad de 31 millones de árboles del archipiélago.
Tras el paso de María, Para la Naturaleza estableció el abarcador programa de reforestación masiva Hábitat, que tiene como meta la siembra de 750 mil árboles nativos y endémicos en un periodo de siete años. También ha desarrollado iniciativas de apoyo para agricultores agroecológicos y para las comunidades aledañas a las áreas naturales que protege la organización.
La meta es sembrar otros 680 mil en los próximos cinco años.»
A dos años del paso del huracán María, ya se han sembrado y mantenido unos 70 mil árboles nativos y endémicos con la ayuda de 7,500 personas voluntarias, organizaciones, escuelas, municipios, agencias federales y estatales.
Una parte importante del programa Hábitat es el acompañamiento de los árboles sembrados para asegurar su sobrevivencia. Junto a voluntarios, el equipo de trabajo de Para la Naturaleza ofrece mantenimiento mensual a estas siembras y sustituyen los árboles que no hayan sobrevivido. Hasta el momento, un 80% de las siembras son exitosas.
Las especies nativas, más sembradas son: capa, capá blanco, capá prieto, cedro, malagueta, péndula, cordias, uvas playeras y guaraguao.
Estas y otras especies crecen en los 5 viveros que la organización mantiene dentro de sus centros de visitantes Cañón de San Cristóbal, en Barranquitas, Hacienda la Esperanza, en Manatí, Hacienda Buena Vista, en Ponce, Jardín Botánico sur en Río Piedras y Cabezas de San Juan, en Fajardo.
A estos viveros se suman otros 8 que se han creado en diferentes escuelas públicas y privadas junto a la comunidad del plantel, para que los utilicen como huertos y su cosecha rinda para el consumo de alimentos diarios así como para ventas comunitarias ocasionales.
Aún hay mucho por hacer
Para llegar a la meta de sembrar 750 mil árboles se necesita de mucha ayuda, por lo que la organización creó el programa de Ciudadanos Botánicos, con voluntarios entrenados por expertos internos y externos para trabajar en las áreas de identificación de árboles, recolección de semillas, reforestación, educación, reclutamiento de nuevos voluntarios y entrada de datos.
Hay 58 Ciudadanos Botánicos en diferentes pueblos, incluyendo la isla de Culebra y próximamente habrá uno en Vieques.
Los Ciudadano Botánicos liderarán las salidas de campo junto a otros voluntarios para recolectar semillas. Otros dirigen grupos durante actividades de siembra o mantenimiento de viveros, mientras algunos educan y reclutan voluntarios para las actividades del programa Hábitat y apoyan al personal de la organización a entrar y monitorear información en la base de datos.
“Los ciudadanos y las comunidades son un componente primordial del programa Hábitat. Con la ayuda económica de varias organizaciones benéficas, se identificaron 30 comunidades cercanas a nuestras Áreas Naturales Protegidas para habilitar 30 centros resilientes capacitados con placas solares, baterías y sistema de recolección y purificación de agua, para que las comunidades tengan un espacio donde acudir en caso de una futura emergencia o evento atmosférico. Once de estos centros ya están en manos de las comunidades y los demás están en completarse”, comentó el Licenciado Fernando Lloveras San Miguel, presidente de Para la Naturaleza.
Varios de estos centros ubican en Ceiba, Naguabo, San Juan, Maunabo, Vieques, Culebra, Barranquitas, Loíza y Guaynabo.
Otro de las secuelas que más impactó a Puerto Rico luego del paso del huracán María fue la falta de alimentos disponibles para el consumo diario, ya que Puerto Rico importa alrededor de 80% de sus alimentos. Ante este enorme reto, la agricultura ecológica es imprescindible para la seguridad alimentaria y el cuidado de los suelos y el agua.
Las cosechas de los agricultores locales fueron afectadas por el paso de Irma y luego María. Para la Naturaleza ha organizado varias rondas de 25 subvenciones monetarias para ayudar a los agricultores a estabilizar sus fincas y cubrir los gastos asociados a la emergencia. Actualmente, Para la Naturaleza trabaja junto a otras organizaciones benéficas para otorgar subvenciones adicionales. Como parte del impulso a la agroecología Para la Naturaleza planifica ofrecer una serie de talleres para agricultores sobre agronegocios, administración de fincas y planes de operación y financieros.
“Tenemos que unirnos como ciudadanos para proteger la naturaleza y apoyar su revitalización. Se trata del futuro de muchas comunidades vulnerables y de la vida en muchos ecosistemas. Todos debemos aportar exigiendo los cambios colectivos que son necesarios para atender la crisis climática y adoptando los comportamientos que permitirán la regeneración del Planeta” añadió Lloveras San Miguel.
Para los próximos años Para la Naturaleza continuará los esfuerzos de reforestación masiva para llegar a la meta de 750,000 árboles, así como el reclutamiento de líderes y voluntarios que quieran unirse a la protección del planeta para fomentar una cultura ecológica en Puerto Rico.