“Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan!” Lucas 18:16ª (NTV)
Estamos en época de verano y esto significa vacaciones de la escuela para los estudiantes. Muchos padres hacen el sacrificio económico para que sus hijos e hijas asistan a un campamento para mantenerlos ocupados. Otros usan sus vacaciones del trabajo para estar con sus ellos y ellas.
Lamentablemente, en lugar de asistir a los templos con ellos durante el verano, les modelan a los hijos e hijas el ausentismo o vacaciones de verano, de asistir al templo.
El verso en Proverbios 22:6 es muy conocido: “Dirige a tus hijos por el camino correcto,y cuando sean mayores, no lo abandonarán.” (NTV)
Dirige: heb. kjanák o kjannuka: iniciar, dedicar, adiestrar, consagrar.
Camino: heb. dérek: curso de vida o modo de acción, proceder, misión.
Hasta el 1834, en las escuelas de EE.UU. se usaba la Biblia como libro de texto. En su mayoría, los maestros eran los pastores, que usaban los locales de las Iglesias para enseñar a los niños mientras los padres trabajaban. Los niños aprendían a leer y escribir, pero también aprendían ciencia, matemática, historia y sobre todo valores para conducirse como seres humanos. La tarea de “dirige a tus hijos por el camino correcto” no era ajena a los padres, ya que tanto adultos como niños usaban el mismo Manual de Vida para dirigir sus asuntos: La Biblia.
Es necesario en este tiempo, que volvamos a tener un mismo Manual de Vida que dirija los asuntos de la familia. Para eso, es necesario que los adultos conozcamos La Biblia, para que sepamos lo que ella dice para cada componente de la familia, para que podamos apropiarnos de esas promesas, vivirlas, para que por medio del modelaje podamos enseñarlas a los niños.
Nuestra área de influencia es con los niños de nuestra familia, comenzando con nuestros hijos. A los sobrinos, hijos de familiares, hijos de vecino o amigos, podemos hablarle sobre lo que dice La Biblia sobre ellos; sobre el camino correcto. Pero a nuestros hijos, sean naturales o de crianza, podemos modelarle la enseñanza con lo cual los “dirigimos” (iniciar, dedicar, adiestrar, consagrar). Esto porque además de hablarles, los podemos guiar por ese camino diariamente, con el ejemplo.
Tenemos que retomar la tarea de instruir a nuestros niños con el ejemplo para que tengan dominio, sean fructíferos y sometan la tierra, como dice La Biblia en Génesis 1:26-30. ¡No
tomemos vacaciones del camino correcto! ¡Asistamos con nuestros hijos e hijas al Templo de
nuestra comunidad de fe también durante las vacaciones de verano. ¡Bendiciones!
Dr. Edwin J. Nazario Ojeda, BSM, MBA, D. Min
Pastor Asociado, Centro Cristiano de Adoración Familiar