(Fotos/Suministradas)
CANÓVANAS — Caminar por las calles de los sectores Valle Hills, Villa Hugo 1 y Villa Hugo 2 en el barrio San Isidro de Canóvanas transmite un aire de comunidad donde los vecinos se conocen, se saludan, comparten los momentos alegres y se apoyan durante tiempos difíciles. Entre los residentes de estos sectores existe un sentido de pertenencia que supera cualquier adversidad natural o creada por el hombre.
Para muestra, un botón basta. Un reflejo concreto de ese ánimo de comunidad es visible en las numerosas viviendas de estos sectores que pudieron repararse luego del devastador huracán María, gracias al esfuerzo unido de residentes del área, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) y la organización voluntaria Saint Vincent de Paul. Como resultado de esta unidad de propósito, cerca de 300 viviendas se reconstruyeron o repararon con materiales de construcción provistos por FEMA, mientras que la organización Saint Vincent de Paul organizó brigadas de voluntarios para hacer el trabajo.
“A raíz de los huracanes y del desastre de María hicimos alianzas con otras organizaciones y comenzamos a trabajar y a servir a las personas en necesidad. Aquí en Canóvanas con FEMA pudimos impactar unas 300 familias con reparaciones de techos, pisos, puertas, ventanas… Fue una gran ayuda con FEMA, ya que los recursos eran limitados para nosotros y así fue como pudimos impactar a todas esas familias”, dijo William Rodríguez, presidente del capítulo de Saint Vincent de Paul en Puerto Rico. Esta organización sin fines de lucro agrupa laicos católicos y se ha dedicado a servir a los más necesitados en Puerto Rico por 162 años.
Diversos líderes comunitarios del sector colaboraron con las agencias voluntarias en la identificación de casos de residentes que necesitaban techos y reparaciones en sus viviendas luego del huracán en septiembre de 2017. Como parte del plan de asistencia a los sobrevivientes de desastres y reparaciones de viviendas, se realizaron reuniones con los residentes para hacer más efectivo el plan de recuperación.
Una de esas líderes comunitarias fue Nalda Peña, residente de Valle Hills, quien junto con los representantes de Saint Vincent de Paul y los grupos de voluntarios, recorrió las calles de estos sectores en Canóvanas para encaminar ayuda.
“En cuanto a la comunidad, yo fui impactada por la organización Saint Vincent de Paul. El señor William Rodríguez me dijo que querían venir a hacer la labor aquí, ayudar a las personas que en realidad lo necesitaban. En lo que a mí concierne y mi comunidad, ellos realmente hicieron un gran trabajo. Todo el mundo fue ayudado en la medida posible y dentro del límite posible y los materiales que había. Estoy bien agradecida, primero de Dios, después de FEMA que por vía de ustedes fue que nos llegó la organización de Saint Vicente de Paúl”, indico Peña.
Por su parte, Ramón Vázquez, coordinador del programa de FEMA que sirve de enlace con organizaciones voluntarias, sostuvo que la participación de estas entidades en los esfuerzos de respuesta y recuperación ante desastres es fundamental para poder llevar asistencia directa a los sobrevivientes. “Que FEMA tenga programas como el nuestro nos permite llenar muchísimas necesidades que quizás no se pueden satisfacer por medio de otros programas”, sostuvo.
Para obtener más información sobre la recuperación de Puerto Rico del huracán María, visite fema.gov/es/disaster/4339 y recuperacion.pr.