Redacción Presencia
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CAROLINA – Para el arbolista Carlos Montalvo, conocido como “Dr. Árbol”, los árboles en Puerto Rico han sido desprovistos de leyes que los protejan. Ejemplo de ello ha sido una deforestación masiva que se ha llevado a cabo en diferentes municipios del área noreste.
El último municipio en que se registró esta acción lo fue en Carolina. Según Montalvo, decenas de árboles de flamboyanes, acacias amarillas, Guamúchil y otras especies fueron taladas por una brigada de empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en el estacionamiento del hospital universitario de Carolina.
Del mismo modo en Fajardo, frente al hospital HIMA; brigadas de empleados de la AEE talaron 12 árboles de diferentes especies. Según Montalvo, los árboles pudieron ser podados, bajando la copa en un 33% para que las ramas laterales no contacten los cables de energía eléctrica. “Los empleados de la AEE no están capacitados ni adiestrados para trabajar con árboles y decidieron arrasar con otros árboles que no ocasionaban daño alguno”, denunció el “Dr. Árbol”.
Allí, había especies de árboles con más de 60 años en producción como: mango, quenepas, acacias amarillas, guanacastes u oreja de mono, flamboyanes, guayabas y roble blanco.
“Actualmente, los seres arbóreos no tienen un reglamento que los defienda. El Gobierno de Puerto Rico eliminó el Reglamento de Planificación #25 de Siembra, Corte y Forestación Para Puerto Rico y por eso los alcaldes y agencias gubernamentales están permitiendo los crímenes contra los árboles. En Naguabo, Ceiba y Fajardo los tres alcaldes han masacrado árboles y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) no ha realizado una investigación y no ha fijado culpables”, criticó Montalvo.
La misma acción se ha suscitado en otros municipios del área, pero con el fin de luego construir aceras de cemento. Una de estas “masacres” de árboles ocurrió hace unas semanas en el municipio de Naguabo. Según el arbolista, empleados de Manejo de Emergencias talaron 14 árboles de Caoba Antillana o Dominicana (Swietenia mahagoni) en la carretera #3, frente a la antigua bolera.
De igual manera en Ceiba con la tala de árboles de Caoba Antillana y Americana en el parque de la urbanización Las Vegas. Y en Fajardo donde se talaron diez árboles de Caoba frente a la marina náutica Villa Marina.
Para el experto en el tema lo importante es preservar y conservar esos árboles de 25, 50 y 80 años que solamente requieren saneamiento y no tala.
“No se utilizan arbolistas profesionales para el trabajo. Los empleados del Departamento de Obras Públicas Municipales y la Oficina de Manejo de Emergencias (OME) no están cualificados para trabajar con seres arbóreos. No saben de arboricultura, biología, etnobotánica, dasonomía, silvicultura y dendrología. Lo que saben es conducir un ‘Digger’, coger una motosierra y talar sin tomar las debidas precauciones y utilizar los equipos de seguridad. No hay planificación”, indicó.
¿Quién da los permisos?
Montalvo denunció a la funcionaria pública del DRNA, Norma Guzmán, como la autora para expedir de la tala de árboles de Caoba en los municipios de Naguabo y Ceiba. Guzmá trabaja actualmente en la oficina regional del (DRNA) en Humacao. Asimismo, es militante del Partido Popular Democrático (PPD) y busca aspirar a ser senadora por el Distrito de Carolina en el 2020.
No obstante, Guzmán reiteró que “nadie quiere la tala de árboles, pero si hay riesgo para la vida y propiedades lo hacemos todo planificado”. Además, resaltó que en el caso de la urbanización La Vega, en Ceiba, se visitó el lugar y se entrevistaron a vecinos del parque quienes manifestaron los problemas que se enfrentaban por la presencia de estos árboles.
“El Reglamento #25 que prohíbe cortar, talar, descortezar los árboles en propiedad pública o privadas existió, pero no existe en este momento. Esto es una situación que la vivimos a diario en escuelas, centros de gobiernos, en residencias, aceras, tuberías sanitarias y los tribunales llenos de controversias por árboles afectando las colindancias, y la convivencia se convierte en un caos para los que tienen el problema. El colega continúa mezclando la política con el tema del ambiente. Tenemos que fomentar la siembra de más árboles, pero debe ser con las especies correctas para los lugares correctos”, explicó Guzmán, a través de la red social Facebook.
La funcionaria del DRNA reiteró que los árboles de Caoba representan problemas por sus raíces y que todos los trabajos que se han autorizado han sido tratados bajo las leyes y ordenanzas vigentes.
“Si entran a Google y buscan lo que es el árbol de Caoba verán dónde es apropiado sembrar y dónde no, más el porqué. Sus raíces son tan agresivas y su ubicación estaba afectando la seguridad y la sana convivencia de los vecinos de la urbanización. Como profesional responsable no puedo actuar por emociones, debo responder con el mayor respeto al ambiente y a los residentes perjudicados. Otras consideraciones las quiero dejar aclaradas, porque siempre he trabajado bajo las leyes, ordenanzas y reglamentos aprobados y vigentes. Utilizar el ambiente como balón político es un acto repudiable y mezquino; solo quienes me conocen saben de mi integridad ante los temas ambientales”, puntualizó la también bióloga de profesión.