Con motivo de la conmemoración del mes de la concienciación sobre el cáncer de cuello uterino, el Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico hizo un llamado a las mujeres a realizarse las pruebas de cernimiento necesarias y a vacunarse contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) como medidas claves para prevenir esta enfermedad.
El cáncer de cuello uterino o cáncer cervical se origina en las células que revisten el cuello uterino, la parte inferior del útero (matriz). El cuello uterino conecta el cuerpo del útero (la parte superior donde se desarrolla el feto) con la vagina (el canal por donde nace el bebé).
La infección por varias cepas del VPH es la causa principal del cáncer cervical. Cuando una mujer se infecta con estos tipos de VPH y el virus no desaparece por sí solo, se pueden desarrollar células anormales en el cuello del útero.
Si estas células anormales no se detectan en una etapa temprana, mediante exámenes de detección de cáncer cervical de rutina, o no se tratan, puede desarrollar cáncer cervical. El índice más alto de infección genital por VPH se encuentra en las mujeres sexualmente activas menores de 25 años.
Es el cáncer más común asociado al VPH entre las mujeres.
El cáncer de cuello uterino es uno de los pocos tipos de cáncer que se puede prevenir mediante vacunación y pruebas de detección temprana. El Registro Central de Cáncer de Puerto Rico ha reportado que la incidencia de cáncer cervical en la Isla para el periodo de 2017-2021 fue de 11.5 por cada 100,000 personas.
Un total de 951 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de cuello uterino entre 2017 y 2021 y 236 mujeres fallecieron por esta causa, según datos del Registro Central de Cáncer de Puerto Rico.
«El cáncer de cuello uterino es prevenible si se toman las medidas necesarias, como la vacunación contra el VPH y la realización de pruebas de cernimiento periódicas como la prueba de Papanicolaou y la prueba del VPH,» indicó la investigadora líder de la División de Ciencias Poblacionales y especialista en epidemiología, doctora Ana Patricia Ortiz.
«A su vez es importante que las mujeres que tengan un resultado anormal en las pruebas de cernimiento completen el seguimiento recomendado, incluyendo el tratamiento oportuno de lesiones pre-cancerosas que hayan sido identificadas. Esto es vital para prevenir que estas lesiones se conviertan en cáncer”, añadió.
La vacunación contra el VPH es recomendada por el Comité Asesor de Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés) desde los 9 hasta los 45 años para hombres y mujeres. Esta vacuna ha demostrado ser efectiva y segura para prevenir los casos de precánceres y cánceres de cuello uterino.
«Cuando el cáncer de cuello uterino se detecta a tiempo, las probabilidades de éxito en el tratamiento aumentan considerablemente. Por eso, alentamos a todas las mujeres a realizarse las pruebas de cernimiento recomendadas por las guías clínicas», expresó el director ejecutivo interino del Centro Comprensivo de Cáncer, doctor Humberto M. Guiot.
De acuerdo con las recomendaciones de la United States Preventive Services Task Force (USPSTF), las mujeres entre 21 y 29 años deben realizarse una prueba de Papanicolaou cada tres años. Para las mujeres entre 30 y 65 años, se recomienda una de las siguientes opciones: una prueba de Papanicolaou cada tres años, una prueba del VPH cada cinco años o una combinación de ambas pruebas cada cinco años.
Además de las pruebas de detección, es fundamental identificar los signos y síntomas asociados al cáncer de cuello uterino. Aunque en sus primeras etapas esta enfermedad puede no presentar síntomas, algunos de los signos que podrían manifestarse incluyen sangrado vaginal anormal, dolor pélvico y dolor durante las relaciones sexuales. Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, es imprescindible visitar a un médico para una evaluación.(Foto/Archivo)