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Los síntomas de estrés pueden estar afectando tu salud, aunque no te des cuenta. Puedes pensar que una enfermedad es la culpable de ese dolor de cabeza irritante, de tu frecuente insomnio o de tu menor productividad en el trabajo; pero el estrés puede ser la causa.
Según la Organización Mundial de la Salud, el estrés se puede definir como un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil. Es un tipo de respuesta natural de las personas a las amenazas, exceso de situaciones o estímulos que tenemos y experimentamos.
Cuando tenemos estrés nos resulta difícil concentrarnos y podemos sentirnos ansiosos o irritables. De hecho, los síntomas de estrés pueden afectar tu cuerpo, pensamientos, sentimientos y comportamiento. El estrés puede causar dolor de cabeza o de otras partes del cuerpo, malestar gástrico, dificultades para dormir o alteraciones del apetito (comer más o menos de la cuenta).
Ser capaz de reconocer los síntomas comunes de estrés puede ayudar a controlarlos. El estrés que no se controla puede contribuir a muchos problemas de salud, como la presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes. Incluso cuando se intensifica de manera crónica, puede agravar problemas de salud y dar lugar a un aumento del consumo de tabaco, bebidas alcohólicas y otras sustancias.
Las situaciones estresantes pueden causar o exacerbar algunos problemas de salud mental, como la ansiedad o depresión, los cuales requieren atención médica. Hay problemas de salud mental que pueden deberse a la persistencia del estrés si este ha empezado a afectar a nuestra vida y nuestro desempeño educativo o laboral, por lo que es sumamente importante estar al pendiente de los síntomas y efectos que puedan ocasionar.
Algunos de los efectos más comunes del estrés son:
• Dolor de cabeza
• Tensión o dolor muscular
• Dolor en el pecho
• Fatiga o cansancio constante y prolongado
• Cambio en el deseo sexual
• Problemas estomacales (malestar, diarrea o estreñimiento)
• Problemas de sueño (Insomnio o exceso de sueño)
• Mala memoria
Se recomienda encontrar maneras activas de controlar el estrés, ya que las formas inactivas de controlar, como ver televisión, navegar por Internet o jugar videojuegos, pueden parecer relajantes, pero aumentan el estrés a largo plazo. Algunas recomendaciones para controlar el estrés son:
- Hacer actividad física con regularidad
- Practicar técnicas de relajación, tales como respiración profunda, meditación, yoga, taichi o masajes
- Mantener el sentido del humor
- Pasar tiempo con la familia y los amigos y mantenerse en contacto con los demás
- Reservar tiempo para pasatiempos, como leer un libro o escuchar música
- Seguir una rutina diaria
- Dormir lo suficiente
- Mantener una alimentación saludable y equilibrada
Evitar el uso de tabaco, el exceso de cafeína y alcohol y el uso de sustancias ilegales
Si no estás seguro de si el estrés es la causa de alguno de los síntomas que padeces o si has tomado medidas para controlarlos pero aún así continúan, es sumamente importante que consultes a tu médico.
Fuente: Mayo Clinic y Organización Mundial de la Salud (OMS)