Jaime Torres Torres
Especial para Presencia
RÍO GRANDE – El personal de la Escuela de Apicultura del Este suspenderá los servicios de remoción de colmenas a este municipio si la oficina para el Manejo de Emergencias sigue fumigando las abejas, según denunció el maestro apicultor Hermes Conde.
Voluntarios certificados de la Escuela de Apicultura del Este han removido 27 colmenas de residencias en Río Grande.»
Días atrás, dos empleados llegaron a una residencia de Río Grande Hills y aniquilaron una colmena con un insecticida, lo que llevó a Conde a radicar en el cuartel del Distrito de Río Grande la querella número 2017-12-061-1056, ante la agente Zaida Villalongo Rivera.
Conde, quien recordó que en 2016 en su segunda graduación la Escuela de Apicultura del Este certificó a cinco empleados de Río Grande como técnicos en control y manejo, remoción y reubicación de enjambres de abejas, aseguró que el municipio, aparentemente, tampoco es consecuente en canalizar las llamadas de los ciudadanos que recaban ayuda.
Este periodista conversó con la señora Wanda Duarte, del barrio Malpica, quien confirmó que nunca atendieron sus reclamos, que se remontan a un año atrás. “Se me metieron las abejas en una estructura de madera. Llamamos y no vinieron. Si no llega ser por un vecino que conocía a Conde y sus ayudantes, el enjambre estaría aquí”.
El director de la Escuela de Apicultura dijo que ya recibió la autorización del Departamento de Agricultura para descontinuar sus servicios en Río Grande. “El agrónomo César Ramírez nos autoriza. Le daremos la oportunidad al municipio de que nos notifiquen de las querellas. Si el personal no capacitado las sigue matando, suspenderemos el servicio y las personas o el municipio tendrán que pagar a los apicultores. Río Grande está manejando muy mal esto, en comparación con otros pueblos, como Ceiba, que ya suspendió la práctica de matar abejas”, sostuvo.
Mientras, el licenciado Rafael Solá recordó que el propio Departamento de Agricultura estableció un protocolo con las oficinas de manejo de emergencias municipales. “El que haga caso omiso y vaya contra la política pública incurrirá en actos que son objeto de un interdicto del tribunal para paralizarlos. Si inciden en esas actuaciones de matar abejas, recomendaría radicación de interdicto permanente y la próxima vez que maten colmenas serían objeto de un desacato civil”.
El alcalde Ángel ‘Boris’ González recordó que el municipio ha colaborado prestando escaleras y otro equipo útil para la remoción de colmenas, pero que sus empleados deben ante todo proteger sus vidas.
“Antes se mataban las abejas, pero de la graduación de la segunda clase para acá he dado instrucciones de que no se haga. Conde tiene que ser claro. He preguntado sobre el caso de Río Grande Hills y nadie me ha dicho nada. El empleado que trabajaba de esa forma ya no está con nosotros desde el año pasado. No tengo conocimiento de la querella de Conde. Si él quiere que esto sea algo positivo se debe reunir con nosotros”, puntualizó el primer ejecutivo municipal de Río Grande.
En lo transcurrido de marzo los voluntarios certificados de la Escuela de Apicultura del Este han removido 27 colmenas de residencias en Río Grande.