LOÍZA – El municipio de Loíza, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y el Estuario de la Bahía de San Juan realizaron el pasado sábado, 7 de diciembre, una siembra de plantas en la comunidad Los Lucas, zona que ha sufrido particularmente el problema de la erosión costera.
“Sumado al proyecto de revestimiento en piedra de la costa, también se continuará con un proyecto a largo plazo de siembra de plantas que aportan a la conservación de los suelos. Nuestro compromiso es sumar voluntades para combatir los efectos del cambio climático”, señaló la alcaldesa, Julia Nazario Fuentes.
Durante la iniciativa participó el presidente de la Legislatura Municipal, licenciado Joel Osorio Chiclana, quien señaló que “el componente más importante de esta iniciativa es esta comunidad, Los Lucas. Cada uno de estos vecinos, estas familias, conoce cómo era esta costa hace tan solo pocos años, y cómo la erosión costera ha afectado la playa. Esta es una realidad que estamos enfrentando con valentía y con los recursos ambientales y científicos disponibles”.
Por parte del Estuario de la Bahía de San Juan se realizó una importante aportación de vegetación costera. El especialista en infraestructura verde de la entidad, Jessie Juarbe, expuso que “lo que estamos haciendo es continuar con la siembra ya realizada en febrero del 2023, que son plantas que han ido progresando. Hay arbustos de maguey, uva playera y maría, que servirán para proteger a las plantas más pequeñas. Las raíces de estas plantas ayudan a la formación de suelos, y a proteger la costa”. El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) aportó con plantas costeras para su siembra.
Una decena de vecinos participó del evento, donde sembraron mangle rojo de manera estratégica, pues estas plantas necesitan el contacto con el agua para obtener nutrientes. En total, la comunidad sembró 130 plantas en un segmento de orilla de 160 pies cuadrados.
Entre los asistentes, Adrián Canales, de 14 años, señaló que “mi padrastro me dice que ellos jugaban pelota aquí mismo, donde ahora hay agua, el mar se comió todo eso, ya lo que hay son sábalos, que tienen mucha espina”. El joven pesca de anzuelo, atarraya y en ocasiones, también con trampas de jueyes. Como muchos jóvenes de su generación, conoce y aprecia la importancia de conservar el ambiente.
Con esta apreciación de la realidad concuerda don Pedro Ortiz, de 65 años, quien expresó que “nosotros sabemos lo terrible que es el cambio del ambiente. Mi madre, que tiene 90 años recién cumplidos, cuenta cómo las marejadas se han llegado a meter a las casas. Aquí ya son cinco las casas que se han perdido para siempre. El mar no perdona”. Los vecinos señalan que el paso del huracán María fue lo que más ha afectado la zona.
Según se especificó, la erosión costera es una amenaza que lleva años alertando a cientos de residentes de las comunidades costeras. Por ejemplo, en Parcelas Suárez, en el 2021, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE por sus siglas en inglés) logró construir un rompeolas para proteger a la comunidad de la furia del Atlántico.
En el caso de la comunidad Los Lucas, en Medianía Alta, el municipio completó un proyecto de revestimiento de roca a modo de rompeolas (Rip Rap, como se conoce en inglés), para proteger la costa en el área afectada de la comunidad. Las dimensiones de la obra son de 340 pies de largo, 20 pies de ancho y una profundidad de inclinación aproximada de 8 pies. El costo fue de $160,000, con fondos municipales y estatales. Ya hay solicitudes en proceso para aplicar ese principio en otras zonas costeras.
“Sin duda alguna, esta no es la solución ideal, sí hay otras, que son mucho más costosas y toman mucho más tiempo. Estamos ante una situación de emergencia y nuestra dinámica es pasar de la teoría a la acción”, puntualizó Nazario Fuentes.