Pastores José y Lourdes Lucuara
Quizás estés viviendo un invierno frío, un tiempo difícil donde piensas que no hay salida, pero hay buenas noticias: los inviernos no son para toda la vida, el sol saldrá.
En la Biblia encontramos tres fundamentos que nos preparan y fortalecen para estos tiempos:
El amor: Es la fuerza que vence toda circunstancia. Su amor te alcanzó y Dios te dice en esta hora “que de tal manera amé al mundo, que envié a mi hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”. Sabes, Jesús dio todo por ti y ese amor llena tu corazón, de tal manera que no tengas necesidad de buscarlo en otro lugar. Cuando estamos llenos de su amor, tenemos convicción de que estás firme y que nada, ni nadie te puede separar de ese amor, que es tan profundo, verdadero y real.
La fe: La misma fuerza que utilizas para dudar es la misma que debes utilizar para tener fe y creer que para Dios no hay nada imposible. Cuando leemos la historia de Abraham, vemos cómo creyó, no permitió que su fe se debilitara, no miró sus imposibilidades, sino que miró al Dios de lo imposible. No permitió que la incredulidad minara su fe en la promesa de Dios, no dejó que ningún pensamiento contrario dañara la promesa de Dios; si Dios lo dijo, se cumple. Estaba convencido de que Dios era poderoso para hacer lo que le había prometido, no confió en sus propias fuerzas o su propio conocimiento. ¿Cómo logramos esto? Declarando lo que dice la Biblia y creyendo que eres fortalecido en el Señor y en el poder de su fuerza.
La esperanza: Te llena de todo gozo y paz en el creer. Dice la Biblia que el enfrentar pruebas y dificultades nos ayuda a desarrollar resistencia y la resistencia desarrolla firmeza de carácter y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación.
Hay una esperanza viva y es Jesús. Oramos para que lo invites a entrar a tu corazón y sea tu amigo fiel en medio de los procesos que puedas estar pasando.