Por: Redacción Presencia
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SAN JUAN- El arzobispo metropolitano de San Juan, Monseñor Roberto Octavio González Nieves, en su papel como presidente de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico, rechazó ayer la propuesta gubernamental sobre la enseñanza en el Departamento de Educación y en el Departamento de la Familia sobre la perspectiva de género.
“Afirmamos en que se eduque en cuanto a la igualdad entre el hombre y la mujer, en los respetos de los derechos humanos y la dignidad humana y en el amor al prójimo”, dijo González Nieves en un comunicado de prensa.
“No aceptamos que se eduque a nuestra niñez en una ideología de perspectiva de género que plantea, entre otras cosas, que el género de la persona no es necesariamente el sexo con el que se nace, sino que es la persona quien escoge su género”, añadió.
Indicó que la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) establece que “la sociedad, y con ella la política, la economía, el trabajo, el derecho, la cultura, no constituyen un ámbito meramente secular y, por ello, marginal y extraño al mensaje…” de la Iglesia.
Sostuvo que “la política pública del Gobierno sobre la igualdad de los sexos en el ámbito escolar debe ir dirigida a implantar un plan de acción que eduque, promueva la igualdad entre el hombre y la mujer y que vaya dirigido a educar contra el maltrato de menores, contra la violencia doméstica o contra la violencia por preferencia sexual sin redefinir la sexualidad humana, sin redefinir el concepto de la masculinidad y feminidad, la familia y el matrimonio”.
González Nieves, calificó como una “imposición del Estado”, la propuesta de perspectiva de género.
“Más que una imposición de una ideología sobre la perspectiva de género contraria a la cultura puertorriqueña, Puerto Rico lo que necesita es tener la certeza de que su gobierno dirija todos sus recursos y esfuerzos hacia lograr una justa y pronta recuperación económica y de justicia social para todos y todas, especialmente para los más pobres”, sentenció.
“Todos los seres humanos gozamos de la misma dignidad, igualdad y equidad ante Dios y todos necesitamos de la solidaridad en el amor de Cristo”, concluyó.