VIEQUES – Con el fin de proveer un albergue temporero a los residentes de las islas municipios de Vieques y Culebra que se ven forzados a pernoctar en la isla grande por razones ajenas a su voluntad, incluyendo situaciones de salud o emergencias, la Cámara de Representantes aprobó el Proyecto de la Cámara 36.
La medida, de la autoría del presidente de dicho cuerpo legislativo, Carlos ‘Johnny’ Méndez, crea la ‘Ley de Alojamiento Temporero para los Residentes de Vieques y Culebra”, a los fines de que el Departamento de la Vivienda, en coordinación con la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR), establezcan un programa para ofrecer albergue temporero en los municipios de Ceiba, Fajardo y Luquillo.
“Los residentes de Vieques y Culebra enfrentan, de manera especial, un sinnúmero de problemas, tales como limitaciones de prestación de servicios de salud y de otra naturaleza, así como de transportación. En muchas ocasiones se ha dado la situación de residentes de estas islas que han tenido que dormir uno o varios días en el terminal de las lanchas en Ceiba. Esto, debido a que en su mayoría estos residentes no cuentan con recursos económicos suficientes para pagar albergue en un hotel u otro lugar que los deje albergar en la noche. Este proyecto de ley busca identificar algunas viviendas pertenecientes al Departamento de la Vivienda y que las mismas sean habilitadas y se mantengan disponibles como alojamiento temporero para los residentes de Vieques y Culebra, que por alguna razón de salud dentro del núcleo familiar tuvieren que quedarse a pernoctar en la isla grande”, señaló el presidente cameral.
Se especificó que el Departamento de la Vivienda junto con la CTPR identificarán, por lo menos, tres complejos hoteleros, establecimientos dedicados a la hospedería o rentas a corto plazo, para que establezcan un programa en los municipios de Ceiba, Fajardo y Luquillo con el propósito de alcanzar acuerdos contractuales para ofrecer alojamiento temporero.
Se destacó que los residentes de Vieques y Culebra, por su realidad geográfica, enfrentan un costo de vida más alto que la isla grande, a consecuencia del costo adicional que representa la transportación marítima o aérea de alimentos y productos hacia estas dos islas.