SAN JUAN- Bomberos de agencias estatales y federales, junto a personal de respuesta inmediata y de emergencias, están preparados para enfrentar la temporada de fuegos forestales, mientras que realizan trabajos de mitigación en áreas propensas a incendios de pastos o bosques para prevenirlos.

“Anualmente, en los meses de febrero hasta abril, lo que se conoce como los meses secos, aumenta la posibilidad de incendios forestales primordialmente en municipios de la zona sur de Puerto Rico, por lo que una vez más hemos aunado esfuerzos entre las diferentes agencias estatales y federales para evitar estos incendios, atenderlos de inmediato cuando surjan y llevar el mensaje a la ciudadanía de manera que la misma ciudadanía llame al sistema de emergencias 9-1-1 cuando detecten un fuego en sus comunidades”, dijo el jefe del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico, Ángel A. Crespo Ortiz en un comunicado de prensa.

Por su parte, la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen Guerrero, precisó que, “en Puerto Rico los fuegos forestales ocurren principalmente en la parte suroeste, siendo el de Bosque Seco de Guánica donde hay una mayor incidencia. Educar sobre cómo prevenir los incendios es primordial en nuestra agencia ya que generalmente se producen de manera intencional o de forma incidental, que es como cuando una persona tira un cigarrillo al suelo”.

En este esfuerzo interagencial se une el Servicio Nacional de Meteorología, oficina de Puerto Rico con un producto identificado como “Red Flag”, que alertará al personal de primera respuesta en emergencias sobre las condiciones idóneas para fuegos forestales según el clima de cada área.

Así mismo, personal de US Fish and Wildlife Service trabajan en las medidas de mitigación para disminuir la posibilidad de incendios forestales en los refugios bajo su custodia. De igual forma, a este esfuerzo se une el personal del Servicio Forestal para brindar apoyo.

Crespo precisó que el Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico cuenta con 400 bomberos forestales y cerca de 100 de otras agencias estatales y federales, certificados por las agencias federales que así lo requieren, quienes han estado realizando trabajos para eliminar lo que se conoce como material combustible en aquellas áreas con probabilidad de desarrollo de incendios.