Jayleen Rodríguez
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SAN JUAN – Según el más reciente análisis del U.S. Travel Association se estima que más del 37% de los empleos del sector turístico de la nación estén en riesgo y que las implicaciones económicas en el turismo excederán el impacto registrado luego del 9/11 y de la recesión reportada en el 2008.
Por lo que, basándose en estos datos, la directora de la Compañía de Turismo en Puerto Rico, Carla Campos, aseguró que han trazado una estrategia de recuperación, en fases, que les brinda las guías para encaminar el resurgir del sector turístico en la isla.
“El desafío no tiene precedentes, pero estamos confiados en la capacidad de resiliencia demostrada del turismo”, reiteró.
A su vez, mencionó que “nos consta que a la fecha las pérdidas han sido millonarias. En la actualidad, miles de empleados han sido cesanteados y cientos de empresas turísticas se han visto en la necesidad de cerrar sus operaciones o reducirlas al mínimo. Pero, hemos estado orientando a las empresas y fuerza laboral del sector para que puedan beneficiarse de los incentivos federales y estatales implementados para ser un estímulo en estos tiempos de crisis”.
Aunque no quiso estimar el impacto que tendrá el virus en la isla, ya que declaró que sería muy prematuro calcular una cifra, debido a la alta cantidad de viajeros que recibe Puerto Rico de ciudades como Nueva York.
Por otro lado, como respuesta ante la crisis que atraviesa el país, la gobernadora Wanda Vazquez Garced, firmó la orden ejecutiva 2020-023, con el objetivo de contener el impacto de COVID-19 en Puerto Rico.
El impacto de la orden ejecutiva en el turismo de Puerto Rico:
Aeropuertos: Permanecen abiertos para viajes de entrada y salida. Los ajustes en los itinerarios de viaje quedan a discreción de cada aerolínea, de acuerdo con las restricciones de viaje, según lo determine el Gobierno de los Estados Unidos.
Fuerza laboral de la industria: La Orden Ejecutiva estipula que los empleados deben solamente transitar, desde sus residencias hasta su lugar de trabajo, después del toque de queda.
Operaciones de cruceros: La bahía de San Juan está actualmente cerrada para barcos de cruceros.
Hoteles: Permanecen abiertos. Las áreas públicas y los servicios de los hoteles, como spas, piscinas y áreas recreativas deben permanecer cerradas.
Restaurantes: Permanecerán abiertos, pero limitados a aquellos que pueden ofrecer sus servicios a través de órdenes para recogido y entrega.
Atracciones: Todas las empresas deben permanecer cerradas.
Proveedores de transporte: La transportación es un servicio esencial. Los servicios de Uber y taxistas podrán operar, sujeto a las limitaciones de la Sección 3 de la Orden Ejecutiva.
Agencias de viajes: Las agencias de viajes deben permanecer cerradas.