LOÍZA – La comunidad judía en la Isla, congregada en la sigagoga Shaare Zedeck de Miramar continuó en la tarde de hoy cumpliendo con su compromiso de ayudar en la recuperación de las comunidades afectadas por los huracanes Irma y María. Hoy realizaron una actividad benéfica de distribución de calzado en la plaza pública de Loíza, uno de los pueblos donde la congregación ha realizado grandes aportaciones con suministros, alimentos, medicinas y equipo médico durante los pasados meses.
“Estamos muy agradecidos de la aportación de la entidad United Jewish Appeal (UJA), que ha gestionado esta gran donación de calzado producido por Naot, una empresa israelí que comenzó como un ‘kibutz’, un concepto cooperativo que se originó para la agricultura y evolucionó en ejemplos industriales como lo es Naot”, explicó Rachel Salpeter Levy, agrónoma natural de Israel y quien lleva 35 años viviendo en la Isla.
Por su parte, Diego Mendelbaum, líder del Centro Comunitario Judío en Miramar añadió que “sabemos por experiencia propia que aquí en Loíza hubo gente que lo perdió todo, no sólo por María, desde antes con el Huracán Irma. Nosotros, en conjunto con la United Jewish Appeal (UJA) el compromiso que la comunidad judía ha hecho con Puerto Rico. Es una misión que vamos a continuar”. Otra de las voluntarias en la actividad, Rachel Vejar, ayudaba a los envejecientes con problemas de movilidad a probarse el calzado. “Me parece una actividad muy gratificante compartir con los demás y recibir a las personas que han llegado y que están bien agradecidas de esta ayuda. Para mí no hay mayor responsabilidad que hacer el bien”, aseguró mientras asistía a doña Gloria Mercado Duperoi, residente del Home Ederly de Medianía.
“Nos ha llenado de alegría esta nueva visita de nuestros hermanos de la Sinagoga Shaare Zedeck, quienes han ayudado extraordinariamente a nuestro pueblo con grandes dosis de generosidad”, dijo la alcaldesa Julia Nazario. Durante los pasados meses, el grupo ha entregado directamente todo tipo de ayudas, como toldos para los hogares devastados por los huracanes, así como linternas y alimentos, entre otros.
Hoy en día, todavía en Loíza hay 637 viviendas utilizando toldos plásticos como techos lo que se traduce en unas 2,000 personas afectadas y el Municipio ofrece servicios a 122 pacientes encamados a quienes se visitan y suministran compras mensuales para cubrir sus necesidades básicas.