Premier González
Alguna vez te has preguntado, ¿por qué pasamos por dificultades? A esa pregunta tengo que contestarle muchas veces. Enfermedad, escasez, injusticias, soledad, pérdida, en fin, muchos han sido los momentos de fe. Algo he aprendido, Dios siempre permitirá esos momentos en nuestras vidas. Seremos probados como el oro, pulidos como el diamante y ambos son pasados por el fuego para quitar las impurezas. Jesús nos enseñó que en el mundo tendremos aflicción, pero que confiáramos porque él venció al mundo. Él nos advirtió, nos dijo desde antes que estos momentos de fe vendrían.
Nuestra postura ante estas circunstancias son las que nos hacen mostrar todo lo que Dios nos ha enseñado por medio de su palabra. Una de esas palabras que hoy puedo decir es que serás como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que tu hoja no cae y todo en cuanto hace próspera. Dios no nos envió a contender, ni a entender, sino a creer en sus promesas.
Hoy te digo, si resistes prosperas. En esa espera por la respuesta que de ti brote una poderosa alabanza. Ten en cuenta que cuando llegue ese momento puedas dar gracias, ya que, a fin de cuentas, Dios preparó algo bueno para ti. Relájate, Dios tiene el control.