Por: Redacción Presencia
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SAN JUAN- Como parte de una gestión humanitaria, profesionales del Departamento de la Familia (dos trabajadores sociales, un sicólogo organizacional y una abogada) partirán el domingo, 19 de octubre, a El Salvador como parte de una iniciativa que busca apoyar al gobierno del país centroamericano en sus esfuerzos por atender dignamente a los menores y sus familias deportados luego de ingresar, ilegalmente, a Estados Unidos.
“La realidad que viven estos y estas menores es de grandes riesgos a su vida e integridad. Estos se embarcan en un largo viaje, en el que en ocasiones viajan grupos de hermanos, sin la presencia de un adulto. Durante el trayecto son engañados, usados como esclavos, algunos hasta llegan a ser víctimas de abuso sexual. El trabajo del personal de Familia en El Salvador consistirá en investigar los servicios y generar recomendaciones sobre las ayudas que deben recibir estos(as) menores y sus familias para superar el daño que estas experiencias les han ocasionado, para así reintegrarse a la sociedad salvadoreña y prevenir que expongan sus vidas nuevamente en un viaje tan peligrosos en donde su salud física y emocional está en riesgo”, comentó Idalia Colón Rondón, secretaria del Departamento de la Familia en un comunicado de prensa.
El viaje se realiza a través de una solicitud que la embajada de Estados Unidos en El Salvador le realizó al gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, quien delegó en el Departamento de la Familia esta gestión.
Se detalló que el grupo viajará a la ciudad de San Salvador del 19 al 26 de octubre próximo, en un viaje financiado por la United States Agency For International Development (USAID), agencia de gobierno federal que trabaja para combatir la pobreza extrema global, a través de la Democracy International, Inc., una entidad internacional que trabaja a favor de los derechos humanos.
Según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre el 1 de enero y el 31 de mayo de este año, la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos detuvo una cifra record de 47,017 menores migrantes no acompañados a lo largo de la frontera suroeste de este país. De estos, 9,850 son salvadoreños, por lo que la situación plantea un gran reto al gobierno de El Salvador en términos de la capacidad de atención y cuidado que estos(as) menores reciben en su proceso de reintegración a la comunidad.
Durante la estadía, el grupo de profesionales realizará una evaluación sobre los servicios actuales que ofrece el gobierno de El Salvador y que incluye el perfil demográfico de los menores repatriados y los problemas y dificultades que confrontan al reintegrarse a su comunidad. Además, revisarán los servicios educativos, salubristas, sociales y psicológicos que están disponibles para los niños y sus familias, esto tanto en entidades gubernamentales como aquellas sin fines de lucro, relacionadas al cuidado de la niñez. Con la información, el componente del Departamento de la Familia generará recomendaciones sobre los cambios necesarios a los servicios existentes.