Por: Redacción Presencia
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SAN JUAN- El Arzobispo de San Juan de Puerto Rico, monseñor Roberto Octavio González Nieves, dijo que “Puerto Rico es ese sitio ideal para lograr nuestros sueños y realizar nuestros anhelos de alegría y esperanza en algo mejor”.
No obstante, indicó González Nieves, que, “por el hecho de que haya un año nuevo no necesariamente va a haber un “yo nuevo” o un Puerto Rico nuevo. Un año nuevo puede traernos deseos nuevos, nuevas oportunidades, nuevos bríos. Ahora, un “yo” nuevo o renovado, un Puerto Rico nuevo requiere algo más que un cambio de día y de año el en calendario”.
Para el Arzobispo, sólo se puede lograr un Puerto Rico si existe de parte de todos: justicia, sabiduría, solidaridad.
En cuanto a la justicia, el Arzobispo expresó que “cuando la justicia falta, se lacera la dignidad humana. No puede haber paz cuando hay sistemas contributivos desproporcionados; cuando hay un sistema educativo que ha fallado durante décadas en dar servicios educativos adecuados a los estudiantes de educación especial, cuando las cárceles se olvidan de su rol rehabilitador, cuando algunos comerciantes no pagan el IVU retenido; cuando los contribuyentes no pagan lo que es debido o a estos se les hacen retenciones indebidamente. Si el sentido de justicia no permea nuestro quehacer cotidiano y de gobierno nunca podremos tener el Puerto Rico nuevo que tanto ansiamos”.
“Cuando se vive en un pueblo al margen de la justicia en todas sus manifestaciones se corre el riesgo de tener más pobreza, más hambre, conflictos sociales, desigualdades sociales y una emigración sustancial. Por ello, vemos que sin justicia jamás podremos construir un Puerto Rico nuevo. Con justicia, se construye, sin justicia, desaparecemos”, acentuó González Nieves.
Sobre la sabiduría necesaria para lograr un nuevo Puerto Rico, el Arzobispo manifestó que se puede actuar “con esa sabiduría humana que a veces nos dice que debemos ser más astutos que otros o esa sabiduría que consiste en tomar ventaja sin importar qué o quién, o de esa sabiduría que permite engañar o engatusar, esa que maquina contra los más débiles, pobres e indefensos. Eso no es verdadera sabiduría”.
En cambio, el Arzobispo propuso actuar con esa sabiduría que viene de lo alto y que se aloja en el corazón humano.
Para el Arzobispo de San Juan, “la falta de solidaridad nos debilita, nos fracciona, nos reduce, arrincona a unos, descarta a otros. Puerto Rico no puede echar adelante sin una cultura de solidaridad. No podemos avanzar sin ser solidarios, especialmente que con los más necesitados. Países, gobiernos, familias sin solidaridad no promueven el bien común. Hoy al comenzar un nuevo año, comencemos un nuevo Puerto Rico sobre el fundamento de la solidaridad donde todos somos responsable de todos. Que Puerto Rico nazca a una nueva cultura de la solidaridad sobre las bases de la justicia y la sabiduría de sus habitantes”.