Por Mark Nieves de Cine Geek (cinegeek.net)
Los Smurfs regresan a la pantalla grande con una nueva aventura animada que mezcla nostalgia, humor y una historia con corazón. Dirigida por Chris Miller (Shrek the Third, Puss in Boots) y escrita por Pam Brady, la película presenta una versión renovada de los queridos personajes creados por el artista belga Peyo.
No-Name: Un nuevo Smurf en busca de identidad
La historia se centra en No-Name, un Smurf que llega a la aldea sin un talento definido, lo que impide que reciba un nombre oficial. James Corden le presta su voz con el balance justo entre humor y vulnerabilidad. Su búsqueda de propósito se convierte en el eje emocional del filme, acompañado por Smurfette (Rihanna), quien también ha sentido lo que es no encajar.
Aunque el inicio es algo lento y melancólico —especialmente por una canción introspectiva interpretada por No-Name—, la llegada de Grimoire, un libro mágico parlante (voz de Amy Sedaris), inyecta energía a la trama. No-Name obtiene poderes mágicos, pero accidentalmente abre un portal que alerta al malvado Rosamel, hermano menor de Gargamel.
Una misión multiversal con humor y estilo
Con Papá Pitufo (John Goodman) secuestrado por Rosamel, los Smurfs inician una misión de rescate liderada por Ken (Nick Offerman), hermano de Papá. A través de portales, visitan lugares como Francia, Australia y Múnich. Esta mezcla de mundos reales y animación da excelentes resultados: los personajes azules nunca se habían visto tan expresivos.
Si bien hay cientos de pitufos, el guion se enfoca en un grupo selecto: Smurfette, No-Name, Brainy, Hefty, Grouchy y Ken. Algunos favoritos como Jokey o Handy apenas aparecen, lo que puede decepcionar a los fans más devotos.
Villanos con corazón y escenas memorables
La película toma una decisión arriesgada al convertir a Gargamel en un villano secundario, más patético que malvado, mientras que su gato Azrael roba varias escenas con humor físico brillante. El verdadero antagonista es Rosamel, un mago calculador que representa una amenaza real para los protagonistas. Ambos son interpretados por JP Carillac, quien logra diferenciarlos con talento.
Entre los nuevos personajes destaca Mama Poot (Natasha Lyonne), una matriarca pitufo intensa y divertida, y Turtle (voz de Marshmello), un Smurf surfero relajado.
Reflexión y diversión para todas las edades
El mensaje central gira en torno a la identidad y la presión de tener un propósito. Aunque dirigido a niños, el filme ofrece una lectura más profunda para adultos que han lidiado con esas mismas preguntas. Visualmente, es un deleite: colores vivos, animación fluida y diseño moderno.
La banda sonora es en su mayoría olvidable, salvo por la emotiva canción de Rihanna. A pesar de algunos tropiezos, Smurfs se posiciona como la mejor entrega cinematográfica de la franquicia.
Veredicto: Una aventura animada, encantadora, ideal para toda la familia.