Por: Pastor Antonio Florido
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. (S. Juan 12:26 RVR60)
Hoy, debemos de hacer una introspección de nuestra vida, ministerio, estas sirviendo a otros, o estas sirviendo realmente a Dios.
¿A quién quieres agradar más al hombre o a Dios? Te hago pensar para que reevalúes tus acciones.
Servir es entregarte, dar. Del griego viene la definición esclavo o siervo. Te vuelvo hacer la pregunta: ¿De quién eres esclavo o siervo, del hombre o de Dios? Porque cuando tu tomas la acción de servir, de dar o de entregarte por completo, verás que allí estará Dios para bendecirte y para honrarte.
Cuando tu pones tu disposición, tus talentos y dones al Señor, Él lo expande, te honra, te pone en favor de otros y no te dejará solo.
Sabes que Dios te posiciona, te coloca en lugares estratégicos para que puedas servir para el reino de Dios. Y te quiero decir que, Él te dice: SÍGUEME.
Hoy te invito a que le sigas; haz tu servicio completamente a Dios, entrégate completamente a Dios, sólo da el todo para Él. Por causa de esta obediencia, nuestro Padre Celestial te honrará, te pondrá en gracia y hará grandes cosas en tu vida.
Te dejo con esta estrofa de un tema de Peregrinos y Extranjeros – Sígueme
Sígueme, sígueme, sígueme dice el Señor, déjalo todo, Yo soy tu heredad, Yo te sostendré dice el Señor.