Por: Redacción Presencia
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En muchas ocasiones hemos leído sobre perros realengos y mordidas a niños en las escuelas, universidades, urbanizaciones y otros lugares del País. Esas noticias manchan la imagen de todos los animales realengos que, con bastante probabilidad, en algún momento tuvieron dueños. Debemos preguntarnos ¿Cómo llegaron hasta allí?
Achacan la responsabilidad al Gobierno Central, al Municipio, a la escuela/universidad, al permitir la entrada de estos animales y no tomar acción. Ahora, alguien se ha preguntado: ¿Dónde están las personas que le permiten a sus mascotas merodear por las calles; ser invitados inesperados en otros hogares que no tienen ni le interesa adquirir una mascota? O ¿Quién habrá abandonado esta mascota en la calle? Muchos de estos animales están sin esterilizar y al salir se encuentran con otros animales bajo las mismas condiciones y es donde comienza una cadena de perros/gatos no deseados y como se crea la sobre población de animales en nuestro país. Entonces la responsabilidad no solo recae en el Gobierno, Municipios y/o entidades, es de todo aquel que tiene una mascota sin esterilizar y le permite merodear sin supervisión, la abandona y no toma la debida precaución para que no quede preñada o la está reproduciendo indiscriminadamente. Toda persona que tiene un animal sin esterilizar y, en adición, le permite salir sin supervisión o lo abandona es responsable de cada mordida que un niño o persona recibe. Estas personas son responsables de la sobre población de animales en nuestras calles y del maltrato que estos reciben provocando, muchas veces, agresividad como medio de sobre vivencia y auto protección. Los animales realengos son víctimas de la irresponsabilidad de su dueño que piensa y cree que los perros y gatos «son de la calle» invadiendo el derecho que tienen los demás de no querer una mascota. El Gobierno y las personas deben conocer las ventajas de la esterilización y la tenencia responsable de mascota. La esterilización de mascotas promueve una conducta mucho más tranquila, disminuye la agresividad y el exceso de energía. Las mascotas tienden a ser más caseras y pierden la “urgencia” de querer salir y/o escapar del hogar. Otros beneficios descansan en la salud de la mascota al prevenir enfermedades a largo plazo. Pero el beneficio mayor es que disminuye la sobre población de animales promoviendo un Puerto Rico realmente bello en todas sus facetas; moral y social. ¿Cómo podemos actuar contra los dueños irresponsables de mascotas? Que cada Municipio enmiende o cree su ordenanza para añadir un costo por cada mascota sin esterilizar que exista por hogar; que multen a cada dueño que mantiene su mascota realenga y sin supervisión (aplicar la ley 154 por negligencia o abandono). Todo ese dinero debe llegar a las arcas municipales para seguir educando y promoviendo la tenencia responsable incluyendo un programa accesible y a bajo costo de esterilización. De esta manera todos ganan: El Gobierno y los Municipios porque pueden mantener un programa educativo que por fin será costo efectivo; los residentes de Puerto Rico porque dejamos de ver mascotas realengas y sufriendo en las calles y carreteras; y por fin los más afectados: los animales porque no sufren maltrato y las consecuencias del abandono, disminuyendo el por ciento de eutanasias que además de ser costoso, no ha resuelto el problema de la sobre población de animales en Puerto Rico.
