Los ojos son los que nos permiten disponer de visión. Se trata de un órgano formado como un globo con distintas capas, cada una de ellas con una función distinta, que permiten que la luz penetre hasta llegar a la retina, la capa más interna del ojo. El cuidado de la retina es fundamental porque está formada por terminaciones nerviosas que detectan la luz, la intensidad y el color. Este estímulo nervioso es conducido por el nervio óptico hasta nuestro cerebro donde se proyecta en imagen.
La luz atraviesa la córnea que cubre la parte delantera del ojo, pasa por la pupila, que puede estar más o menos dilatada en función de la cantidad de luz y llega al cristalino. El cristalino es la lente que permite enfocar la luz o la imagen en la retina. La combinación de las imágenes que llegan al cerebro de los dos ojos permite ver en tres dimensiones y tener cierta perspectiva de todo lo que sucede a nuestro alrededor.
Muchas personas tienen enfermedades y problemas de visión que habitualmente son debidos a defectos en la forma del ojo, la mayoría se corrigen con lentes. Los defectos en la visión por errores en la refracción so: miopía (dificultad para ver los objetos lejanos), hipermetropía (dificultad para ver los objetos de cerca), presbicia (dificultad para enfocar al mirar) y astigmatismo (la córnea no tiene una forma redonda y se ven los objetos deformados).
También existe la degeneración macular, el glaucoma o las cataratas. Por ello, se explica que haya personas ciegas. Si no quieres que esto suceda, lo mejor que puedes hacer es adoptar medidas de protección ocular y realizar controles oftalmológicos periódicos.
La optometrista aconseja unos ejercicios para que los ojos descansen del uso:
- Por cada 20 minutos frente a un monitor, mira al horizonte 20 segundos sin enfocar a nada. De esta manera tus ojos se relajan.
- Cierra los ojos sin apretar y relaja los párpados.
- Tápalos un poco con tus manos suavemente.
- En caso de que los sientas inflamados, utiliza compresas frías.
Fuente: saludpasion.com