Por: Christopher Steidel
A veces somos como un cuarto recogido a la prisa; se ve limpio e intachable, pero las gavetas y el closet son un desastre, porque pensamos que eso no tiene importancia y cuando vienen las personas no asustamos y no queremos que lo vean.
Pues así somos nosotros: a veces queremos vernos intachables y limpios, pero por dentro somos un desastre y no queremos dejar entrar a nadie en nuestro corazón por miedo a que vean el reguero y salgan corriendo.
Debemos encargarnos día a día de organizar y trabajar con áreas desorganizadas y heridas de nuestro corazón y permitir personas en él, que no vengan a criticarlo sino que lo vean y te ayuden poco a poco a hacerlo uno mejor y a desarrollar todo su potencial.
Permite que Dios entre primero, para que Él lo dirija y sepas discernir a quién dejar adentro y a quienes debes sacar. ¡Sé sabio!
Be Blessed!
Pull quote:
Debemos encargarnos día a día de organizar y trabajar con áreas desorganizadas y heridas de nuestro corazón.