Por: Elizabeth Blanc
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Algunos viajan por los atractivos naturales, arquitectónicos e históricos que ofrece el entorno, mientras otros por su gastronomía, ya que la comida de un país muestra la esencia, costumbres y sus tradiciones.
En Alemania es menester probar sus famosas salchichas, en República Dominicana su cadencioso sancocho y en Argentina es de rigor degustar las carnes, empanadas y marinadas con sus exquisitos vinos. También es imprescindible conocer un poquito de los orígenes de sus platos para el disfrute de la experiencia completa.
La comida tiene historia, por ejemplo: el “Croissant” que se supone tan francés está ligado al mundo árabe. Durante el 1686, Budapest la capital de Hungría, estaba sitiada por los turcos quienes trataron de invadirla a través de los túneles. Sin embargo, fueron sorprendidos por los panaderos de la ciudad quienes alertaron a los guardias, por lo que como muestra de agradecimiento hacia los panaderos, el alcalde de Budapest le permitió tener la patente exclusiva de un nuevo panecillo en forma de media luna, que es el símbolo nacional del imperio turco.
Mientras, el origen de la “Tostada Melba” es muy antiguo, su nombre se tomó de la célebre soprano Australiana Nellie Melba, a quien le fascinaba comer esa rebanada pequeña de pan tostado. Cuenta la historia que su creador fue Auguste Escoffier cocinero por aquel entonces quien además se le atribuye la paternidad del Melocotón Melba. Actualmente, la receta se ha convertido en el acompañamiento perfecto para pates, quesos y sopas en la cocina inglesa.
Las Ostras Rockefeller, que se preparan con espinacas, migajas de pan y salsa holandesa, constituyen uno de los platos más famosos del mundo y fueron bautizados así cuando en el 1899 el Chef del Restaurante Antoine en New Orleans las preparo y alguien se le oyó exclamar que eran tan ricas como Rockefeller.
Por otro lado, la carne a la “Stroganoff” fue concebida por el general ruso del mismo nombre, quien la preparo en medio de un campo de batalla en el siglo X1X y por su depurado sabor se infiere que gano la Guerra. Las “Crepes Suzette” están revestidas de una historia de amor cuentan que un reconocido chef francés se enamoró perdidamente de una actriz llamada Suzette quien cenaba ocasionalmente con el Príncipe de Gales. Son riquísimas con su intenso sabor a naranjas y tienen una presentación espectacular cuando se flambean en la propia mesa. En Francia es muy típico comerlas en el Dia de la Virgen de la Candelaria.
El Mole Poblano es el ejemplo perfecto del mestizaje de sabores de México. Allí desde tiempo inmemorial las cocinas que marcaban las pautas eran la de los Conventos. Existen diferentes tipos de mole en la República Mexicana pero el de Puebla es especial por su historia. Sus orígenes se remontan a la cocina prehispánica cuando era una especie de pasta que se preparaba para rendir tributo a los Dioses indígenas. Surgen varias leyendas alrededor del Mole Poblano, pero la más acogida es la que asegura que el Mole fue creado en el Convento de Santa Rosa en el 1681 por Sor Andrea de la Asunción. Según atestiguan en el convento la monja creo el Mole con inspiración divina.
Si de comida y cultura se habla, la gastronomía dominicana es una de las cocinas con mayor influencia multicultural, ya que realizan mezclas que en otros países pudieran resultar extrañas como la bebida denominada “Morir Sonando “que no es otra cosa que jugo de naranja o china mezclado con leche fría.
Por último, en la cocina española resalta la paella, uno de los platos más famosos a nivel mundial, no hay turista que no sucumba a un buen plato de Paella ya sea la tradicional, de mariscos, carnes y hasta vegetarianas. La Paella surge en las zonas rurales de Valencia entre los siglos XV y XVI por la necesidad de los campesinos de una comida fácil de preparar y con los ingredientes que tuvieran a mano. Siempre la comían por la tarde. Hay varias teorías sobre su origen. Hay relatos de un cuento donde un hombre preparo una Paella a una joven para ganar su amor. En español Paella es una derivación de la frase “por ella” o “para ella”. Aunque esto puede ser una romántica historia hay algo de verdad en esta teoría.
Cuéntame tu ahora ¿Qué país te comerías?