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Un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer en etapa temprana no afecta solamente a las personas con la enfermedad, sino también a quienes las quieren y se preocupan por ellas.
Como acompañante (términos que muchos prefieren usar en lugar de “cuidador”, ya que es posible que una persona en las etapas tempranas de la demencia no necesite demasiada asistencia), tal vez se encuentre en un rol nuevo y desconocido. Probablemente no sepa dónde buscar información, le genere ansiedad el avance de la enfermedad y le preocupe su capacidad de dar apoyo a la persona que vive con demencia.
Con un diagnóstico temprano, usted y la persona con demencia tendrán la oportunidad de tomar decisiones sobre el futuro juntos, incluidas planificaciones legales, financieras y de cuidado a largo plazo. La persona que vive con demencia puede aprovechar los tratamientos disponibles, participar en ensayos clínicos y ambos pueden beneficiarse de los recursos locales y servicios de apoyo. La posibilidad de aprovechar estos beneficios puede reducir la ansiedad que genera lo desconocido y propiciar mejores resultados para todas las personas involucradas.
El rol de los acompañantes no se limita a los cónyuges, parejas o familiares cercanos. Los acompañantes pueden incluir “familiares por elección” como amigos, vecinos o parientes lejanos.
Como acompañante, su apoyo en estas tareas cotidianas puede ayudar a la persona con demencia a desarrollar nuevas estrategias para sobrellevar la situación que le permitirán maximizar su independencia. Todas las relaciones son distintas, pero encontrar un equilibrio entre la interdependencia y la independencia puede aumentar la confianza de ambos.
Para ayudar a determinar cuándo o cómo brindar el apoyo más apropiado para una persona que atraviesa la etapa temprana de la demencia, considere estos consejos que adoptaron otros acompañantes:
- La seguridad ante todo: ¿Existe algún riesgo de seguridad inmediato si la persona con demencia realiza esta tarea sin ayuda? Si no existe un riesgo inmediato de lesión o daño, brinde aliento y supervisión, según sea necesario.
- Evitar el estrés: Priorice tareas y acciones que no generen estrés innecesario para la persona con demencia.
- Realizar suposiciones positivas: Piense que la persona con demencia es capaz de completar la tarea. Si siente frustración, intente identificar la causa de la frustración antes de intervenir. Céntrese en las necesidades actuales de la persona, en lugar de lamentarse por el futuro.
- Crear una señal de ayuda: Identifique una clave o frase que pueda usar para confirmar si la persona con demencia se siente cómoda para recibir ayuda.
- Hablar sobre el tema: La mejor forma de determinar cómo y cuándo dar apoyo es preguntar directamente. Pregúntele la persona con demencia qué necesita o qué frustraciones experimenta. Hable sobre el tema y luego planifique.
- Cómo trabajar mejor juntos: Busque actividades para hacer juntos y converse sobre las expectativas de cómo brindará apoyo. Pregúntele regularmente a la persona con demencia si le está proporcionando un nivel de asistencia cómodo o adecuado.
Fuente: Alzheimer’s Association